Propuesta: hablar sobre las alcantarillas.
Parece que era un Hombre con demasiada conciencia moral.
Nunca podré volver.Miraba el buque oxidado en la Avenida Marítima y la enorme cloaca donde la ciudad expulsaba sus aguas fecales al mar. ¿Era allí dónde iban las parejas a fumar haschisch y a hacer sus cosas? Y sin embargo él que nunca había estado allí con nadie recordaba el sitio con un insólito cariño. Miraba el mar de madrugada y pensaba en las calles empedradas con olor a humedad o uno de esos callejones llenos de restaurantes que echaban humo de mejillones de Bruselas. Ay Europa.
Pensaba en la Catedral sin querer mirarla y pensaba en lo mediocre que era,en su falta total de pretensiones artísticas y le fastidiaba en el alma y sentía que su vida era así. Solo con intentarlo hubieron conseguido algo. Pero a su edad rondando la cuarentena solo pensaba en vivir y nada más. Positividad a pesar de todo.La avenida estaba llena de coches que pasaban frenéticamente y él absorto pensaba en lo que hubiera hecho en su juventud si pudiera revivir, en los consejos que le dio su padre que no le ayudó a pensar: en meterse en la mili,el consejo del canalla de Guanhaben con las mujeres, si su madrastra se hubiera portado bien con él y hubiesen creado una familia compacta.
Y sobre todo los consejos pueriles y estúpidos de Pablo Cabanillas que en el momento de la verdad no le presentó a Paula sino que se la presentó al canalla de Quintana Viñau al que encima le inventó una historia y además se lo echó en cara.
Escuchó como una chica al pisar hacía ruido con la alcantarilla y de pronto volvió a Canarias. Hizo mecánicamente un gesto con la cabeza como diciéndose ¡qué bruta!. Y se dirigió al trabajo sabiendo que perfectamente podía cambiar de vida en cualquier momento pero que no lo haría jamás por comodidad.
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