Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

domingo, 21 de junio de 2015

La Lejana Europa

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Sin que pese o pose
todo lo diminuto
intermitencia de la muerte
nos recuerda al luto.

Avión a ras un mosquito
y su inestabilidad de serrín
como voltereta de circo.

Como una mota de polvo
que la luz ondea sin peaje
recuerda al luto de los monos.

 un caballo en arenas movedizas
no podría hundirse más
en nuestros ojos que en la criba.

En las migas del banquete
viene en su canto el limosnero
 muerto desbocado en su jinete.

Como un avión sin gasolina
el mosquito exige duelos
a cualquier sonrisa que intima.

Sin que pese o pose
todo lo diminuto
intermitencia de la muerte
nos recuerda al luto.

Una mirada de deseo
el látigo sin eco de un insulto
la desgana de un indulto
de una firma sin gesto
o un cero más del lucro.

Todo lo dice aunque no lo eche de menos
todo lo dice con un disgusto
y queda aunque sea el gesto,
 la mano que no fue o el insulto
quien se entrega o deja el deseo.


Sin que pese o pose
todo lo diminuto
intermitencia de la muerte
nos recuerda al luto.

Y los hermosos pechos del vestido
de la modelo no esconden
a los lagartos de su medio.

Con su coraza tranquila
hace gramática en el suelo
lo bello que no come ni lo imagina.

Y se nota que no paga impuestos
porque no se regodea
en las miserias de su cuerpo.

Eructando por el refresco
con los dientes chirriando
por la arena se va el engendro.

Nadie se ríe con el vino
para que no noten la flema
y nos cobren el pergamino.


Sin que pese o pose
todo lo diminuto
intermitencia de la muerte
nos recuerda al luto.

Cuando te fijas en el aleteo
que para el aire a la mariposa
guarda la tensión de los cuerpos.

Aguanta la respiración del tiempo
a la expectativa de cambios
entre los dientes rotos un trueno.

Nadie mira de frente el espejo
donde arrancan las raíces
para hacer fértil su ojo seco.

Ni el paraíso desértico
donde surge la vida en contra
ni las tiras sin un muerto.

Mariposa borde circular
del vaso que nadie termina
vuélame al pozo sin pensar.

En un barco en marejada
Tiene algo mágico el durmiente
robar a la muerte la nada.

Te vas de un lado a otro lado
y callas porque no te desmiente
el mar sigue un recuerdo en tus pasos.

Sin que pese o pose
todo lo diminuto
intermitencia de la muerte
nos recuerda al luto.
Como nos recuerda el deseo.


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viernes, 12 de junio de 2015


  ARGUINEGUÍN 10-06-2015







El maltratador y la anciana

El sol con la nube viene
el sol con la nube va
vigías playeros como siempre.
Nada tiene sentido
salvo ser un héroe.

Que la escupen y no reacciona
que la encierran con aguas fecales
y no se atreve a dar la hora.

¿Cómo vas a ser libre de tu verdugo
lo hiciste porque te culpabas?
¿ Qué secreto te enterrará
qué secreto guardas?.

No la mires a los ojos
vírale la cara
donde queman sus rastrojos.
Muerde el diario de mañana.

No finjes la dignidad patricia de un espía
ni la solemnidad de un juez
acarreas tu carga sin ira
tu muerte ni un gesto en la piel.

Le dan al látigo y no reacciona
muerde pétalos de aguas fecales
y no se atreve a dar la hora.

 Lówry-go extremófilo
te hará saltar lágrimas
como si te tiraras
de un coche en marcha.

Que un Jacob defienda
 a esa vieja con mosquitera
de su hijo que la insulta,
como el ar de un recluta
con manchas de servilleta.

Que la escupen y no reacciona
muerde pétalos de aguas fecales
y no se atreve a dar la hora.
Cabalga como si perdiera algo
 rabioso y débil contra las rocas
naipe el muerto olvidando su corona
gritando por un corcel gritando.

Las cruces de los héroes se derriten
entre la nieve de lo mediocre
que alguien la defienda
hasta que la robe la noche.

Que la escupen y no reacciona
que la encierran con aguas fecales
y no se atreve a dar la hora.

Los cien mil muertos del Ebro
galopan dentro la arena
buscando el suelo.


El hijo ibis del lucro
LANZA su maldición bíblica
con su grito crudo.
Y el golpe de marea pírrica
en la sonrisa amarga no te deja a gusto.

Los rieles de las vagonetas se han oxidado
para no soportar los gritos,
los niños le tiran piedras
para reírse de otros niños.

Gritos como metralletas en montañas áridas
gritos como bailar las sogas
de los héroes en alpargatas,
gritos de perro atado y furioso
de un asesinato de su dueño.
Muerdo mis venas mi sueño.

En la playa las conversaciones
nos enseñan el secreto de los faraones
 las corruptelas sin rúbrica
hacen girar bajo la música.
Cangrejo entre arena los  escotes.

Que la escupen y no reacciona
muerde pétalos de aguas fecales
y no se atreve a dar la hora.

Y el hijo grita la algazara
del desierto a su yihad
en un charco muere jirafa
sin nadie a quién gritar.
Digna reina desterrada en procesión
coge su atavíos y se va.

¿Quizá es buen hombre que se levanta de ira?
¿Alguien qué pregunta que pasa
por ese grito,ve que es grave y se va?
Alguien que pide compasión
que dice que no le grites.

Hormigoneras para quemar reliquias
para enterrar vivos a los médicos presos
que nos anestesiaron de aguavivas
¿quién quiere rescatar al tiempo?.

No la mires a los ojos
vírale la cara
donde queman sus rastrojos
Marea de emigrantes de mañana.


miércoles, 3 de junio de 2015


Juan Negrín no piensa en quienes murieron
gritando su nombre
sino en las acusaciones de robo. 

Por debajo del puente de la Junquera
cada uno tiembla su guerra
y no pasa nadie
tan solo el polvo
que lleva el aire.

Cuántas victorias perdidas
por no respetarse a uno mismo
el recuerdo se niega a falsear
en estos aviones desvalidos.
La lluvia fría de la mirada
que ve el reflejo de los recuerdos.
Deja que baile el cuello
en la orilla para siempre olvidada.

Tuya es la noble causa
que cambiarías por una traición infame
tuyo el bosque al que robaron
las bombas del cuco que no hay quien ame.

Los aviones del recuerdo de Gando
me recuerda el trabajo duro
de una procesión de solitarios
a su pensión tras un largo día encapotado.

Aterrizan como quien ficha en el trabajo
como un ángel que bautiza un bastardo
con nombres profundos de aire
antes de abandonarlo en el orfanato.

Y el carácter débil
quiere engañar al tino,
pero otro golpe vendrá 
ama no te queda destino. 
No creencia en qué esconderse
ni esperes apoyo del amigo
para que tus sueños se apropien
proezas como hace el peregrino.

Lo que no admite el orgullo
¿en qué esquina te vigila?
como si el conocimiento fuera la venganza
de los golpes que huías.

Nunca hay remedio
no te hundas en la ceniza,
acaricia los cuerpos
acuchilla las risas
haz flexiones en los besos.

El mar tiene todos los recuerdos
de cuando bailaste de niño
sin querer sobre la tumba de Franco
olvídame era solo un crío,
¡no fuí yo, no digas tonterías!
Nunca hay remedio
no te hundas en la ceniza,
acaricia los cuerpos
acuchilla las risas
haz flexiones en los besos.

Ver el mar mellado 
de los edificios que crecen.
El mar,no el mar pensado
sino el atrio del César
traicionando a los peces.

El mar de los buitres que suben
y bendicen del aeropuerto
con su signo de dinero en las ubres.

Con un no,no nos hemos muerto
no se olvidaron de nos las nubes.

Gira el motor las papeleras
de las cascadas que enebras
de recuerdos trillados.
Es todo adulto las piedras
la costa no los soles olvidados.

Este mar que apenas vivo
lejos de los gritos que viví
la indolencia de la sombra sin tino
como un pellejo dormido
arrastra golpea sin apenas sentir.

Como gritos sin réplica
 los aviones despegan
¿qué consuelo habrá
para tu noche eterna?

Huías de las mujeres y los amigos
huías del dolor que temías,
si sirviera dar patadas 
a la ceniza, cómo te mataría.






Haz lo que te de la gana
así no sabes si llevas la contraria a nadie
ni si nadie te lleva la contraria.