Le pusieron el lazo rojo para protegerla del mal de ojo pero tras dos meses la recién nacida no lo superó. Un año después una anciana de negro muy amable vino de visita cuando estaba solo,y le pidió una foto de su hermanita. De noche,volvió la madre: -¿dónde está la foto de Pino?,¿qué hiciste con Pino?.
El niño nervioso empezó a mentir,a gimotear y a berrear histérico y al final tapándose el rostro lo reconoció.-¡ No sabía lo que hacía!,¡conseguiré otra!,¡no me atormentes más,
soy inocente!,¡pensé que sólo era una foto!.¡Fui yo!,¡fui yo!. Después se restregó raspándose la cara sobre la pared. Y la madre agotada de dar vueltas por el comedor como si siguiera buscando repetía: ¡Ay Pino,mi pobre Pino!,¡¿qué estarán haciendo contigo?!.
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