Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

martes, 3 de noviembre de 2020

No hija, no soy tu padre.

Raúl golpeó con fuerza el plato sobre la mesa de cristal. No solo estaba fastidiado de estar con una madre soltera, lo que acentuaba su complejo de segundón, sino además de que la niña mimada casi siempre se saliera con la suya. Su amigo Javier se lo había dicho: “la soledad de un solterón de oro, bueno de oro, te va a doler menos que ser las sobras del tercer plato de los caprichos de una niña”. Pero Miriam estaba encantada, no solo se comió sus dos helados, sino que uno se le cayó en el vestido y encima no se tenía que comer el potaje de la comida. Su madre llamaba a Raúl tiquismiquis y que le sacaba punta a todo. La niña se acercó para abrazarle seductora, diciendo “papá, no te enfades”, pero Raúl le respondió: “no hija, no soy tu padre. Si lo fueras, no te comportarías así. Quiero que lo sepas”. La niña no entendió nada. La madre enfurecida desde la cocina le gritó” ¿Qué le estás diciendo a la niña?, pero ¿qué edad tienes tú?” Y a partir de ahí empezaron las recriminaciones. Que si él era un egoísta, que si ella la estaba mimando. La niña sintió que responderle pinchándole ya no tenía sentido. En el fondo, tenía un profundo amor al padre que tanto chinchaba. Y se fue por el pasillo, jurando que ya no sería su padre y que esta se la pagaría.

lunes, 2 de noviembre de 2020

Perlas ensangrentadas.

Reto: Atardecer, perejil, lágrimas, indecisos. Llegaron a la Isla Perejil al atardecer, tres subsaharianos que tuvieron que nadar de mala manera y medio ahogados hasta la orilla y una subsahariana embarazada. Cuando sonó el motor de la lancha que se iba se dieron cuenta de que estaban solos. Miraban indecisos la silueta de la costa española por por fin tras casi dos años de esfuerzo. Una brisa fría le hacía saltar las lágrimas a Samantha mientras se acariciaba la tripa. Chapurreaba algo de inglés y tenía una dirección del "contacto" a ver si encontraba trabajar en la limpieza,el campo o cuidando a alguna mujer mayor. Para el top manta solo contratan a los hombres pensaba. Samantha se acariciaba la tripa y pensaba en el hombre que la abandonó,mientras miraba la silueta de la costa. Ay, sin tener a nadie aquí¿qué será de nosotros, qué será de nosotros?