Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Ay Javier Marías a mi pesar.

Ningún artista es ilegal ni siquiera los que quiere que vean que se esfuerzan por hacer alta literatura y solo lo consiguen rechinando, pero sus inquietudes tienen ser una necesidad desconocida de sus lectores para que surja la veneración.

Javier Marías ya consolidada su leyenda pierde fuelle y se desangra.

Javier Marías: repetitivo en personajes y escenarios, con un estilo de frase eterna a veces hipnótica como Benet o Proust, muchas veces exasperante y snob. Se esfuerza por lo sublime más que por lo narrativo. Se paladea para fastidio de los comensales que están a su lado en párrafos de kilometraje cansino que con el tiempo se te hacen llanos, con curvas inútiles y con el trigo eterno de la Meseta.


Javier Marías es el candidato español para el Nobel de Literatura previsible desde hace tres años, pero se ha vuelto cansino prematuramente. Cuando empezó tenía mucha fama de rebelde, pero su maestro Juan Benet valoraba mucho más el estilo llamado "hipnótico" que las tramas, y este sería un estigma de identidad que habría de tener también Marías, a pesar de ser hijo del filósofo-pensador Julián Marías y hermano del crítico de cine Miguel Marías. Empecé con "Tu rostro mañana" y no pude con ella. Creo que Marías con 66 años cada vez tiene menos que aportar novedoso, que pierde fuelle y se repite, y que el proceso de mitificación de la generación anterior la de Juan Goytisolo, o Juan Marsé se debió porque criticaban o dejaban en evidencia muchas miserias humanas en una época de apertura axilar de valores, mientras que esta generación se preocupa muchísimo por el estilo.

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