Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

lunes, 30 de diciembre de 2019

Semejanzas entre Leonardo da Vinci y Goethe.

¿Es Goethe un modelo prioritario a seguir para un hombre posmoderno? Su personalidad sí. 1452-1519. Pasar a la mitad del siglo XV y al siglo XVI viendo la mejora increíble en el dibujo de la pintura, debió producir estupor. Lo de "robar ideas" (de prototipos), también lo hicieron otros desde Humboldt hasta Thomas Alva Edison, los historiadores deberán dirimir qué aportó cada uno. 1º Dos dibujantes, uno práctico y otro tendente a lo narrativo,para contar historias en movimiento. Leonardo era un diligente perfeccionista y metódico que es un ejemplo para mucha fragmentariedad y falta de diligencia como hay hoy en día, sobre todo en sus estudios de anatomía y los retratos de Ginebra con mirada seria, fija y displicente. (Leonardo es un dibujante más científico pero dándole importancia a los paisajes.
Rafael tiende a ser un artista preciosista,como le hubiera gustado ser a Goethe en los rostros.
Y Miguel ángel en la grandeza cósmica de los músculos).

2º Tanto Leonardo como Goethe eran demasiado diversos: se metían en materias que no dominaban, Goethe muchas veces usando su prestigio personal.
Goethe escribió su famosa teoría de los colores de escaso valor científico cuando Newton ya había escrito brillantemente sobre el tema, y se había eco de las primeras insinuaciones brillantes de la teoría de la evolución. Muchos autores como Cansinos Assens han visto en ello poesía con intuiciones científicas.

Goethe se interesó como aficionado en varias ciencia naturales: en geología, mineralogía,botánica, en el estudio de la luz,de la anatomía y en el hallazgo de restos fósiles. Sin embargo, a pesar de estar rodeado de gente brillante como Alexander Humboldt nunca usó y refutó métodos e instrumentos científicos de última generación, sino los propios de un autodidacta diletante.
A pesar de todo tiene el mérito, de que en 1784 descubrió un hueso intermaxilar en el cráneo humano,que ahora se llama hueso de Goethe.

Leonardo ha escrito sobre cocina y aunque sabía dibujar excepcionalmente inventos que podrían darse en el futuro,eran dibujos aproximados que incluso como tentativas teorías serían valorados mucho después por los verdaderos inventores.

3º Eran gente de orden pero se concedían una libertad poco usual,desde la vestimenta muy lejana a la de los burgueses del siglo XIX hasta para investigar con cadáveres el cuerpo humano y saltándose la Ley.

4º Tienen el Síndrome de Pigmalión. Sus padres se preocuparon que desde niños estuvieron en ambientes donde se practicaba sobre la marcha la excelencia.

De hecho, aunque se les considera desde jóvenes parece que también hay un núcleo familiar duro que potencia esa imagen de si mismos.
Goethe tuvo 12 tutores maestros de cada asignaturas que le daban. Su abuelo materno fue alcalde de su ciudad y el paterno un importante modisto, desde niño se relacionó y escuchó las historias de los altos políticos y los comerciantes de Frankfurt del Meno,una ciudad muy abierta y comercial( como el Lubeck de Tomas Mann) y sin tantos prejuicios como la Berlín militarista y burócrata.

Leonardo estuvo en el Taller de Verrocchio y no se distrajo yendo a la Universidad.


Además eran cosmopolitas. Vivir en ciudades ricas,comerciales, que necesitaban atraer talento,y donde salían constantemente grandes proyectos.

5º Ambos son creadores de los que nos podemos fiar, y esto es fundamental.En el caso de Goethe chispazos geniales e inútiles de un erudito seguro.La seguridad de la Ilustración vista por un alto funcionario y un burgués patricio.
La grandeza de Leonardo viene de ver con exactitud a realidad material,y la de Goethe ver la de la realidad humana y sacar prematuramente ideas en proceso.

Ambos son creadores de los que nos podemos fiar, porque se fijan en la realidad,sin sacar conclusiones moralistas y sabemos cómo piensan.
Del ultraconservador y conciliador Goethe intuimos como inevitable que iba a sentir afinidad a Napoleón.

Del ultracatólico moralista Calderón de la Barca no nos podemos fiar, aunque muchas veces demuestre ser tolerante, ni de la lección abrasiva y destructiva de la picaresca española.Pero tampoco nos podemos fiar del romanticismo extremo,intenso y autodestructivo de Heinrich Kleist, del miedo a la vida o a las mujeres de los filósofos solterones con miedos infantiles escondidos en epistemología, o del carácter insólitamente blando de todo lo que viene de Rousseau.

Tenemos que estar precavidos de las conclusiones de sus ficciones, porque sus historias siempre tienen mucha más personalidad que realidad. Sin embargo, Goethe sí es un realista radical.
En la literatura cuando uno deja algo de si mismo o tiene que ser autopunitivo o tiene que ser un caradura, y hay mucho de cínico caradura en Goethe, como también puede serlo Charles Chaplin pero a cuyos personajes da un toque sentimental y sublimista.

6º Para ambos su obra y su trayectoria era algo de máxima importancia,junto con su irregular pero brillante trayectoria profesional.

7º Goethe que tenía costumbre de abandonar a mujeres en situación embarazosa,siempre tiene una excusa no solo para victimizarse,sino para salvar a la amada. Margarita al final de la primera parte del Fausto muere vilmente en la hoguera rodeada del desprecio de todos, pero una voz dice desde el cielo que esta salvada. Sin embargo, Fausto sigue con su amigo Mefistófeles en su peregrinaje enfermizo de fiestas locas, empresas medievales imposibles donde hay que trabajar duro y problemas políticos, una vida dura de un héroe moderno.


Ergo él no es culpable de nada, las mujeres que abandona tienen un buen recuerdo de él, de un hombre de educación aristocrática,pero él mismo se cansa de sus maneras rococó y busca una mujer que no solo le dé un amor incondicional y constante,sino un estilo de vida de trato más llano.


ÉL niega ser responsable de sus actos,porque siempre esta en medio de grandes obras que superarían a cualquier humano común, y suele actuar como si el pacto inquebrantable con el Diablo será quebrado por derecho propio, no perdonado por alguna especie de súplica patética. No por amor, ni por un sacrificio de amor, sino gracias al trabajo duro, sin embargo, esto es un poco falso, es casi la seguridad de si mismo, la del burgués patricio la que salva a Goethe que es Fausto. Nosotros podemos imaginar al Fausto joven como un Goethe joven pero no al Fausto adulto lleno de barbas y libros oscuros.

Aunque esto no parece discutible,muchas veces Goethe sí se ve así y habla de sí mismo como el comienzo de la literatura universal, igual que la plenitud de la ciencia del siglo XVIII da la seguridad a Europa Occidental de que esta hallando verdades universales. Goethe habla como un globalizador, como el Leonardo ingeniero se siente un globalizador cuando habla en sus Elegías que "¿qué me importa a mí/ que los chinos pinten figuras del Werther en cerámicas?"

8º Ególatras, rodeados de personas brillantes que comparten sus inquietudes. Mientras Leonardo competía con diversos artistas, Goethe se encontró siendo el centro de la cultura alemana, con autores radicalmente distintos pero casi todos lo admiraban.

Es terrible como Goethe despreciaba a los creadores de la medianía o a los sentimentales como Hölderlin, esto recuerda a Yukio Mishima y a los prejuicios aristocratizantes de la alta burguesía.
Leonardo da Vinci también tenía que relacionarse con gente poderosa, adinerada o colegas de oficio por necesidad profesional, y sus asistentes aunque no tuvieran tanto talento fueron famosos por su belleza como Salai.


9º Su obra es a pesar de todo el resultado de grandes trayectorias. No son como un Van Gogh tardío o un Stendhal vivíparo,resultado de grandes destellos seguidos de una creatividad de bajo nivel, aunque podría ser discutible en el caso de Goethe.

10º Son autores de relativa sencilla cognición. Muchas veces tienen argumentos obvios,infantiles,pero dentro de su disciplina creativa adquieren dignidad sin parecer excesivamente rebuscados,ni manieristas. No se cierran en su mundo,ni se complican innecesariamente buscando el prestigio de su cultura. Exponen y por tanto se exponen sin miedo.

Uno ve los planteamientos de Calderón de la Barca o el estilo de la picaresca tardía, la complicación enfermiza de muchas obras de Richard Wagner o Stravinsky y uno se da cuenta que esta ante una obra más natural,y por tanto legible.

11º Tanto Goethe como Leonardo da Vinci tenían tanto prestigio que se permitieron varias veces echándose piedras para su propia integración. En la Corte de Weimar en el caso de Goethe al casarse con su amante o huir a Italia, y Leonardo al dejar empantanados muchos proyectos de vital importancia.

12º En su actividad creadora hay mucho de femenino en dos sentidos: en escrutar meticulosamente a su alrededor inmediato, y el no buscar atajos para hacer más fácil el trabajo. Aunque hablamos de espíritus universales en ellos predomina fijarse en lo inmediato.

A pesar del enorme ego de ambos son bastante capaces de la autocrítica redefiniendo obras completas amoldándolas a su personalidad no siempre para mejor.
La segunda parte del Fausto es Goethe, con los monólogos de muchos personajes que para Jorge Luis Borges era el colmo del aburrimiento.
Leonardo escribe y escribe con enorme dispersión,tacha,añade fragmentos que cambian el sentido de textos enteros.

13. Ambos son amantes de la naturaleza, de la vida sencilla y admirador de los griegos.

XXX. Uno suele creer que puede aprender antes a pensar correctamente en la excelencia, que a dibujar e inventar en la excelencia. De todos modos, Goethe era un dibujante aceptable buen observador del detalle y de posiciones naturales y peculiares más que un dibujante eximio.

Un país de ingenieros como Alemania no tiene a un creador del prestigio de Leonardo en ingeniería y un país de escritores como Italia no tiene a un Goethe grandioso y variopinto, ¿o Dante,Alberto Moravia, o los poetas del romanticismo o del Renacimiento lo son? por supuesto que no.

Se dice que Goethe es único,la cumbre de la Alemania humanista pero Schiller es más idealista y piensa en un ciudadano más digno. Goethe es realista, esta a favor del trabajo bien hecho, de la disciplina sin un componente militar, y de la sensatez incluso en situaciones a priori hirientes o polémicas.

Los inventos de Leonardo solo pueden considerarse realistas, pero muchos de ellos eran impracticables en su época, y algunos como su autogiro en espiral casi impracticable en cualquier época. Están bien como intuiciones o puntos de partida geniales.
¿Qué hizo Leonardo Da Vinci para cambiar el mundo? Mejoró el mundo del arte y del dibujo, creo inquietudes y una nueva sensibilidad más estricta y exhaustiva en muy distintas ramas de la "ciencia" y dio a conocer los inventos de otros grandes ingenieros como Taccola o Francesco Martini a cuyos inventos aportó prototipos nuevos sin utilidad. Si lees enciclopedias de botánica te darás cuenta que salvo dibujar especies no aportó tampoco nada trascendente. Esa idea del gran polímata es una idea adolescente que esta demasiado metida en el Hombre y que pretende reivindicar a comunidades creativas o de científicos y a naciones. Pero esas profecías autocumplidas crea espirales virtuosas... En fin...

Sobre la novela “Carlota Fainberg” de Antonio Muñoz Molina.

¿POR QUÉ LEER ESTA NOVELA?

Es una novela corta y sencilla para meterse en el cosmos creativo de Muñoz Molina.

Esta obra es una novela de 174 páginas en la edición de la editorial Alfaguara de 1999, en el prólogo se nos indica que fue un relato por entregas sugerido por Juan Cruz directivo de El País en el año 1994, con la única condición que tuviera algo que ver con la novela “La isla del tesoro”.
En realidad, aunque la novela tiene que ver con una búsqueda, es la búsqueda del personaje de una historia oída que el protagonista perdido y desorientado quiere encontrar.
En el prólogo hay un soneto de Jorge Luis Borges del libro “El Hacedor” titulado Blind Pew por el personaje ciego de “La isla del tesoro” al que se imagina recordando la guerra en los terrosos caminos de Inglaterra y que acaba con un:
“A ti también, en otras playas de oro
Te aguarda incorruptible tu tesoro
La vasta y vaga y necesaria muerte”.


En busca de una memoria vivida.

“Yo ya no creo que vuelva nunca a Buenos Aires”

Claudio es un profesor universitario de literatura español que está en un aeropuerto, a pesar de estar casado se siente desorientado y perdido en la vida y preocupado por su situación laboral. Se encuentra con Marcelo Abengoa un hablador ejecutivo de empresa, compatriota del anterior, que se pone a charlar con él sobre sus viajes y sus anécdotas.
Empieza a hablar y salen sus conquistas amorosas, y en concreto una que tuvo en la ciudad de Buenos Aires ciudad a la que se dirige Claudio y que ha marcado de alguna manera. A Claudio le parece un hombre vulgar, el típico “macho ibérico” y piensa en sus problemas laborales. En qué hará con él su superior de departamento Morini “que parece tener más reflejos y astucia, y más dotes de mando, y más facilidad para los idiomas”.

Mientras tanto la narración de la relación con Carlota Fainberg se va volviendo más y más interesante. De cómo la conoció en un hotel, de su carácter impulsivo, arrebatado, muy sensual e imprevisible, de ser una actriz que aún mantenía un poco de interés público.
Le reconoce sus miedos de estar a la altura con aquella mujer tan grande y voluptuosa, sus discusiones, y el que tras este tiempo la veía en las demás mujeres en otras ciudades lejanas.
De cómo acabaron acostándose en un hotel de lujo algo venido a menos y acabaron toda la noche bajo una tormenta de relámpagos, truenos y golpes de lluvia. Al final, de un relato lleno de vida se olvida hasta del destinatario, y esbozando una “sonrisa casi obscena” de satisfacción.
Cuando por fin se separan, aunque él se siente cansado por la vulgaridad de Abengoa, pero también profundamente vacío. Se siente intrigado por toda la narración de anécdotas que ha vivido con esa extraña mujer.
Llega un momento, en que el propio Claudio se llega a creer el protagonista de la historia. De hecho, el propio Abengoa reconoce que “él no tenía tanta sensibilidad” para recordar, ni fijarse en detalles de los que en aquella historia en concreto sí se acordaba.
Después cuando coge el avión llega a Buenos Aires donde Mario Said, otro profesor adjunto, lo recibe. Mario Said le previene agriamente contra su superior académico Morini ya que atribuye a que por su culpa no llegó a ser profesor fijo en su universidad y le aconseja: “En cuanto le das la espalda te clava el puñal. Si querés un consejo, no le digas que sos amigo mío, no se lo digas a nadie”.
Sin embargo, Morini lo sabe y hasta le manda cínicamente saludos. Mario Said tiene una familia con una hija y al cambiar de universidad en Argentina ha dejado de sentir tensión y estrés por su futuro, pero le reconoce que le hubiera gustado haberse quedado en Madrid.
Esto hace que Claudio se plantee su situación vital, ¿qué ha hecho con su vida? Pero Mario Said le recuerda que de alguna manera es afortunado porque resulta que es de un solo sitio con una identidad clara.
También hace un estudio de las conferencias de los departamentos universitarios de español con cierta ironía a los estudios posmodernos sobre análisis poscoloniales, o sobre género.
No sólo es un hombre perdido, sino paralelamente es un profesor perdido en medio de conferencias de libros “que trata de disimular que no ha leído”. El autor sabe transmitir ese desasosiego de forma ligera, cuando el protagonista reconoce que no se enteraba de gran parte de las palabras que escuchaba, “aunque las entendiera perfectamente en español o en inglés”.
Para colmo, su conferencia sobre el soneto de Jorge Luis Borges “Blind Pew” apenas publicitada había sido desplazada a un aula marginal y a una hora imposible “a las ocho y media de la mañana” y aparte de cuatro espectadores casuales, aparece una quinta Ann Gadea Simpson Mariátegui una profesora muy prestigiosa por ser la máxima exponente del New Lesbian Criticism y que conservaba un apellido de cada uno de sus exmaridos.
La profesora lo dejó en ridículo criticando que ese soneto representaba la “fascinación europea, heterosexual, y masculina por los mitos del expolio colonial”.
Así Claudio sombrío, amargado se queda a solas en compañía de su soneto en los episodios de “la soledad o el infortunio”. Así en los días siguientes se dedica a digerir la humillación paseando por Buenos Aires. Y en uno de estos paseos llega hasta el Town Hall, el hotel del que le había hablado Abengoa.
Sin embargo, muchos detalles no eran como los había descrito Abengoa el recepcionista no tenía el pelo blanco, pero otros sí como el ascensorista o los periódicos del salón.
Allí se entera de que el hotel esta en su último día antes de ser cerrado por demolición, que la mujer era esposa del dueño del hotel el señor Isaac Fainberg, y que había muerto hacía unos veinte años.
“¿Por qué le había mentido Abengoa?” y ¿por qué él mismo había querido conocer este hotel? No entendía con qué materiales le había mentido Abengoa, ni por qué habría creado tantos detalles “mujer rubia, enorme, cigarrillo en la mano”.
Mientras tanto, la mujer de la limpieza mayor que fingía limpiar mientras les escuchaba se detiene para contarles desde la historia. “El patrón la mató. Él trucó el mecanismo para que Carlota muriera”.
Era una actriz joven pero ya olvidada, que consiguió casarse con un empresario rico, para asegurarse su posición. Sin embargo, llevaba una vida vacía y se acostaba sin vergüenza alguna con muchos de sus clientes. Todavía tenía ínfulas de ser una gran actriz, y no le importaba crear escándalos de sus relaciones con sus amantes.
De pronto, corta la narración diciendo “Tiene que marcharse de aquí. Usted es muy joven para pensar tanto en los muertos”. En definitiva, la historia fue producida por la imaginación de Abengoa.

Claudio se da cuenta de que “la soledad más satisfecha se convierte en un estado de quejumbrosa humillación”. Un hombre perdido que buscaba una gran historia para poder recordarla y vivirla y que se encuentra en esa imposibilidad.

Claudio se tiene que ver con su superior del que espera que lo ascienda dentro de su departamento académico pero al final no, sino que se da cuenta que Morini y Ann Gadea quieren que trabaje para ellos como asociado.

Tema.
Una novela sobre la identidad y la memoria, aunque sea sobre recuerdos que se demuestran falsos sobre una mujer Carlota Fainberg y una relación apasionada que no pudo materialmente a llegar a producirse, pero que ayudan a vivir a través de un pasado que parece dramático y extraordinario.
La memoria y la identidad es uno de los grandes temas de Antonio Muñoz Molina.
El protagonista aunque parece que asume una actitud pasiva, busca ese espacio majestuoso y opresivo de un hotel o de un despacho de universidad con la esperanza de encontrar algo que de sentido a su vida, ya sea desde el pasado o desde futuro intuyendo algo dramático.
También se representa una cierta parodia de distintas figuras de poder, que en nombre de la justicia histórica y de la dignidad de las minorías sirven de alienación al propio proyecto vital del protagonista. El paralelismo con el ciego Blind Pew de “La isla del tesoro” es evidente.
La vida que parece real, digna y vivida es la recordada ya sea a través de uno mismo o de otros, una vida donde uno puede tomar sus decisiones, defender su dignidad sin miedo a las consecuencias, teniendo digamos una identidad aventurera, ”líquida”, ”soleada” que puede evolucionar aunque al final acabe en un tormenta eléctrica.
Sin embargo, la vida del profesor es estática, secundaria a la sombra de la obra de otros profesores que lo controlan, metido en salas de conferencias semivacías donde apenas se siente el aire, y donde la seguridad la produce el hecho de que no haya otros expertos, porque en cuanto aparece Ann Gadea incluso sus conocimientos más seguros e íntimos sobre Borges se tambalean. Resulta curioso, porque la crítica de Ann Gadea esta basada en tópicos de estudios de la crítica posmodernista, no crítica sus conocimientos ni las contradicciones de un mundo basado en fantasías y alivios sobre la identidad, sino su mundo en sí.
También resulta peculiar la creación de un personaje como Abengoa directivo de una empresa, expedicionario de una aventura económica que le narra su aventura aunque él reconoce que cuando la vivió tenía una sensibilidad especial y que no llegó a entenderla.
Porque esta es una novela de personajes que hablan y que escuchan pero que no conversan nunca realmente, no hay críticas reales ad hoc, normalmente uno habla y el otro asiente, y el que habla ya viene predeterminado para decirle lo que quiere decirle al oyente.
De todos modos, en Carlota Fainberg hay algo real. Claudio Morini intuye que en la historia de Abengoa hay elementos que suenan demasiado realistas y que debió vivirlos en otra parte, de alguna manera. La degradación de la Carlota Fainberg real también es una historia que suena demasiado sincera, y que marcó a la gente que la rodeó como a la señora de la limpieza que no evitó el contarla.
Al final, el consejo es ineludible “usted es demasiado joven para pensar en los muertos”, hay que vivir.









sábado, 14 de diciembre de 2019

Una madre podrá tener complejo...

Una madre podrá tener complejo...de ser una mala madre, pero pocas veces de haber creado un hijo vago,inútil o hipersensible lleno de traumas.

El amor de una madre cuida a su hijo,lo sobreprotege, pero no parece tan apto para enseñarle la Ley,la obligación, el trabajo duro y constante que se vuelve sabiamente juguetón.

Una madre justificando los pecados de su hijo es un pecado enternecedor pero también que crea repulsión.

La mejor madre es un padre que enseña la dureza,el trabajo constante,y saber defenderse ante unas humillaciones y la indiferencia ante los abusos de la jerarquía.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

El Fausto de Goethe frente a Dostoiewski.

25 días en Cuba.

Fausto para siempre. Siempre aspiramos a Fausto pero nuestra ética nos deja en una larva dostoiewskiana.

Frente al linaje autopunitivo de DOSTOIEWSKI que llega a su nueva cumbre con Kafka y a buena parodia posmodernista con Houellebecq,el Fausto es una obra antirromántica no solo porque consigue sus objetivos sino porque al final se salva gracias al trabajo.

Fausto consigue una gran sabiduría,consigue a su amada Margarita a la que lleva a la perdición y a la hoguera, y a la que al final abandona pero sin remordimiento porque al final hay una voz que dice que subirá al cielo,(que es lo más hipócrita que puede haber por parte del narrador Goethe pero parece que Goethe actuaba así en la vida real y es un trasunto de si mismo),sigue conquistando mujeres anónimas y haciendo obras públicas fausticas de las que sí se siente muy orgullosa, descubre la sabiduría del mal en la noche de Walpurgis y al final muere pero es salvado por su trabajo y sus enormes esfuerzos, que es también como el ególatra Goethe se veía a si mismo.

Fausto transgrede las normas: se acuesta con la hermosa inocente,hace gamberradas, consigue un máximo de acción y conocimiento, y al final con el arrepentimiento y un poco de culpa se libra de la culpa y la condena.

Los personajes de Dostoiewski están llenos de culpa, consiguen a mujeres con graves problemas, lo que hacen lo hacen no por sadismo ni para reírse, sino por un sentido de autoestima que confunden con el honor, la mayoría de las veces tienen consecuencias negativas que dejan traumas y marcas.

Por ejemplo, el Fausto de Marlowe se condena al infinito infernal, anónimo y Murnau necesitó dar a su Fausto un final distinto. En esta versión más cómplice de Murnau, en que la pareja se compromete junta hasta la muerte,que la de Goethe,que reivindica mucho el carácter egoísta y posmoderno.

El linaje de Dostoiewski esta solo, resulta inmaduro,autopunitivo, sublimista con un engranaje cristiano victimista,y se plantea atormentadamente problemas sencillos y de aparente resolución. Nunca se plantea aquí la utilidad o la trascendencia real del sacrificio.

Al Fausto solo le atormentan las grandes proezas, no esta tan solo sino rodeado de "malos amigos" los escritos que le inflaman el ego y el mal amigo Mefistóteles que empuja su voluntad al sacrilegio y lo imposible, es sublimista con un engranaje aristocrático, es cínico y nada autopunitivo con sus acciones, de hecho, ni siquiera la amenaza de una condena eterna le importa mucho,solo "recuperar la vida".

Dos visiones radicalmente distintas de la acción.

El ego y la peculiar psicología de Goethe se nota bastante en el desarrollo del Fausto. La exclusión del Fausto II de Goethe es completamente necesaria en la posmodernidad, un elogio al trabajo duro, autocrítico y a trascender y sólo por eso se salva. Es la conclusión más digna que cabe. Después hay revisiones con algo de romanticismo, de liberalismo, pero no le obsesionan.

Me hace gracia pensar que las confusas teorías a las que se refiere Goethe sean el voluntarismo político,todo el voluntad ciega y logro. Las dos obras de Barceló que pone el artículo me gustan aunque por lo general su abstracción no me agrada.

La primera parte del Fausto es genial, dejando aparte sus debates filosóficos. Murnau supo darle un final más digno y sublime, pero ajeno a la experiencia vital de Goethe. Buena historia:*leyendas paganas germánicas, un poco del panteísmo y tramas de Calderón, y Medea. Además muchas confusiones son porque no se atreve a decir cosas por dolorosas, aunque el público lo entiende, se aligera y ama en lo sublime. De hecho, es una gran historia de amor y de renuncia al amor, o contra las malas amistades. Es increíble que Barceló sepa entender la mentalidad del personaje.