Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

viernes, 12 de enero de 2018

¿Qué harías tú si lo necesitaras?

Cuando era niño viví unos 7 meses en Lérida(Lleida,Catalunya),vivía en la Calle Seu de Urgell número 2... y estudié en el Colegio Mirasán. Mi familia tenía un conocido con carácter Francesc que era agricultor y que tenía una enorme plantación de manzanos y un fin de semana fuimos a visitarlo.

Estaba muy ocupado vendiendo la cosecha de aquella temporada y estaba realizando el pacto mientras yo jugaba debajo de un manzano. Me sorprendía lo que podía picar un manzano pequeño lleno de hojas.

¿Cómo puede ser? escuché de pronto, era Francesc al que se veía muy enfadado y como en estado de shock. Parece ser que tenía que llegar a un acuerdo con un comprador y que le había mentido en algo y después le había dado la mano para sellar el acuerdo. La mentira no afectaba al precio final de la cosecha,pero le afectó. Lo que más le afectaba es que le hubiese dado un apretón de manos mientras le mentía.

-Pero me dio la mano, me dio la mano. Y se calló.Quiero vender la mercancía al otro comprador. Hicieron cálculos él y su "contable" un hombre con aspecto campechano. Vendérsela al otro le salía casi 1.500.000 pesetas de la época menos (calculo que algo más de 9.000 euros actuales).

Entonces hubo una pelea entre el dueño y el contable. El contable no argumentó mucho pero le parecía estúpido dejar de ganar ese dinero de más por una mentira.

Francesc no replicó más.El que le mintiera mientras le daban un apretón de manos fue suficiente. Eran sus razones y no tenía que defenderlas ante nadie.

Por la tarde llegaba el otro pujante a la compra y se lo vendería.Yo que miraba la escena a distancia me quedé asombrado y me parecía absurdo todo.

Estaba claro que el primer comprador era un egoísta y que le había mentido,pero ¿qué más da si le daba el dinero?.Era un hombre rico, algo ingenuo que venía del franquismo y seguro que con el tiempo atendería a razones. La gente exige honestidad pero con la vida te vas dando cuenta de cómo es la gente.

Le apoyé dando golpetazos contra el suelo con un garrote que me había encontrado y le di la razón y por supuesto le repliqué una y otra vez que no cediera. Después de comer mi familia nos volvimos a nuestra casa y no supe si se echo atrás o no,aunque sospeche que sí.

Y algo más de 7 meses después nos volvimos a Canarias con "gente normal". Siempre pensé que este tipo de comportamientos de postureo solo podía darse entre personas que están acostumbradas a negociar con personas que conocen íntimamente, minifundistas,en donde uno puede elegir y donde hay una buena red de distribuidores.

Ahora que los líderes independentistas mienten cobardemente para salir de una cómoda prisión provisional y con tantas mentiras que ha tenido uno que lidiar recuerdo aquella anécdota mitificándola en lo que tiene de farsa.



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