Hay gente enferma de odiar y que solo consiguen destruir pero casi nunca saben odiar. Al propio Galdós le hubiese sorprendido y hubiese espetado "no hace falta que renieguen tanto de ustedes mismos,antes de volver a despreciarme".
Los mismos que llevan despreciando a Galdós por la leyenda negra de que cuando dejó Canarias se limpió de tierrilla la suela del zapato para despedirse,le hubiesen dado la espalda y tratado con asco hasta reducirlo a la insignificancia.
A Galdós en Gran Canaria o se le aprecia sin tino o se le desprecia ignorándolo hasta lo cansino. Por ejemplo, la arquitectura ramplona de nuestras ciudades no genera la más mínima pasión.Aquí la pasión no esta por la literatura sino por el desprecio,es un desprecio consistente,con sus arrepentimientos excesivos.
Como el hombre celoso que hace la vida insoportable a su mujer,pero que también perdona desaforadamente cuando ella toma una iniciativa y tiene miedo a perderla.
El barrio de Schamann tiene todas sus calles con nombres de personajes de Galdós,ni siquiera hay alguna impureza canaria por el estúpido prejuicio que al estar en Canarias y en un barrio popular lleno de vida no hay que bautizar nada con algo tan bajo.
Al propio Galdós le hubiese sorprendido y hubiese espetado "no hace falta que renieguen tanto de ustedes mismos,antes de volver a despreciarme".
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