Maldita rabia que rechina mis dientes en las turbinas del avión,que patalea los raíles del tren,qué universo más inhóspito y antártico.
Al final sufro de que no podré ir a Chile a llevar a cabo mi proyecto por una nadería informática.Un sueño de mi vida.
Se sentía tan tan inútil con la informática como un perro lamiendo su vómito. Estaba agotado y decidió no quejarse más,no quejarse, aceptar una vida extraordinariamente limitada: viajar a través de una agencia física,y escribir en humildes blogs,sin imágenes,sin música,sin nada.
Sabía que era sencillo pero era un negado. Era tan terrible tener buenos ideas,tener formación y no poder plasmarlo.
Apenas tenía ayuda,tenía que suplicarla por cualquier nadería,y cuando se la daban era a cuentagotas,siempre echándosela en cara,y nunca aprendía. Era tan triste sentirse tan inútil.Hasta su mujer que sabía poco más que él le huía para que no le pidiera ayuda. Y él estaba agotado de nada,humillado,dejado.
Mi cuñada jugaba a ser una canalla y era una canalla,a veces pensaba que en elmomento de la verdad se portaría bien, sería noble en el momento cumbre pero no. Y aconsejaba a mi mujer que yo era una persona adulta que si no sabía llevar a cabo mis proyectos era cosa mía.
A mí me parecía insólito e igual de insólito me parecía que me viera sufrir y no me ayudara ni me consolara. Viéndome sufrir.Y que mis sueños se iban por el báter,por el puto báter.
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