Ingenio(Canarias) tiene una enorme Parroquia tardía de finales del siglo XIX(la de la Vírgen de la Candelaria)sin ningún interés artístico cuyo máximo valor es que murieron tres trabajadores en sus andamios. ¿Por qué lo sé? porque un bisnieto de uno de aquellos obreros quiso ser un testigo muy a mi favor de un Juicio a cambio de que le escuchara sus tramas.
Ser cómplice de un honrado delincuente franquista (cuando fui a su casa en el 2007 aún conservaba en su salón un enorme retrato de Francisco Franco, aunque sus tres hijos estaban en contra), que creía en el Orden y que solo había mentido una vez en su vida "como un perro" como él decía, para librarse de las quintas sin lograrlo, era un orgullo. Los dos renegábamos de ser canariones, lo cual era paradójico en su caso porque no podía evitar ser lo que era,ni había salido apenas de su isla.Yo tampoco,pero a rachas tenía posibilidades de conseguirlo.
Muchas veces los vecinos de Ingenio me miraban como un marciano y no sabía cómo reaccionar.
Es increíble que un pueblo donde había tanta riqueza tuviera una parroquia sin ninguna ambición artística,ni sentido de la belleza y eso intuía el carácter exclusivista de su gente.(Mi familia tiene casas en tres lados de la Parroquia o sea que la Parroquia no podía escaparse por la noche por deber dinero en alguna cantina).
La historia resultaba sencilla la de un obrero que después de casarse con 19 años con una bella prima de su pueblo,y de que tras nacer sus tres hijos uno muere tras quedarse en el camino buscando la ayuda del médico va a trabajar en los andamios. Triste, sin protección, parece que se deja caer de la cúpula y se acabó.
Lo enterraron en una fosa común sin que nadie reclamara sus restos,había sido anarquista y a su mujer le dio una extraña paranoia de que si pedía el cadáver de su marido, "podría tener consecuencias",así que se calló y rezó por él en una misa Funeral dedicada a otras personas.
Lo que me encantó fue como me espetó "lo de que se cayó y se acabó", le iba a a replicar algo pero no me interrumpió groseramente,costumbre canaria. Como diciendo "se murió pero no le des tampoco demasiada importancia".
Se dejó caer tirándose de cabeza y se murió. Si lo hace un aborigen es heroico,si lo hace un trabajador precario de 28 años del siglo XIX resulta algo rañoso,sudado y mediocre,una pantomima menor de la Era Industrial.
LA Historia de Ingenio y la de Canarias es así: se murió de hambre,violó a su prima siendo una adolescente,sin embargo no le des demasiada importancia,no le pongas un tono sublime: si se murió de hambre es porque no había comida resulta lo normal, si abusó de su prima que era un poco ligerilla y se iba a echar a perder, y al final se casó con su prima,una prima potente,extrañamente rubia y que hablaba con unos gritos que se escuchaban a unos 20 metros de distancia, sin importar lo que ella opinara, es por la miseria sexual de las Islas por su endogamia sexual que en el fondo es voluntad de vivir en condiciones imposibles.
Siempre sin darle demasiada importancia a las cosas.
Y cuando escucho la historia de aquel hombre que murió en un carromato de una tartana, de camino a la consulta del médico como un perro sanguinario sin echarle la responsabilidad a nadie miro a la cúpula antiartística de la Parroquia de Ingenio con un ridículo amor.
¿No tiene esto un cierto mérito?.
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