Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

domingo, 14 de mayo de 2017

Diego Rivera y su Mural de Hernán Cortés

Los cuadros de Diego Rivera o de Picasso son espirales como muchas novelas de Kafka o los cuentos de Hermann Hesse en realidad pueden ser rellenados hasta el infinito, sobrecargarlos hasta lo grotesco y seguirían teniendo sentido. Cuando les respondes a la gente que considera que el arte moderno y Picasso son una estafa ,diciéndoles que Picasso es un gran creador de formas plásticas y que multiplicó la realidad en un Arte que parecía muerto, te responden que solo el Renacimiento y el Impresionismo son formas válidas de naturalismo y por tanto de pintura.


Hay mucha polémica en el Greco, en Goya,en Diego Rivera y en Picasso y los españoles estamos condenados a renegar de la Vanguardia de nuestro Arte como un acto de constricción católica. Pero ¿hay una alternativa solvente?no. No sé si parte de nuestro Arte nos identifica o nos disgusta, hay una gran cantidad de obras trentinas en España que por muy renacentistas que quieran nombrarse como apósito, a mí no me representan. Y por lo menos al Greco lo identifico con una forma genuina de espiritualidad, y a Goya y Picasso como una libertad radical contra un mundo asfixiante de prejuicios estéticos o sociales.



Por ejemplo, el Muralista Diego Rivera pintó -reivindicando que ese era su rostro real- que ahora la explica como un mestizo con facciones extremas a Hernán Cortés y en eso sin saberlo profundizando en una gran justicia poética. Aparece como un cobarde,taimado, con la espalda cargada y sonriendo como un traidor y es el único porque el resto de conquistadores sí aparecen como españoles duros y robustos.

(Sobra decir que no corresponde a la figura real,Cortés podría ser un poco mentiroso pero no era cobarde,y tampoco se le representa como un mujeriego que sí lo era,pero como ese un "vicio" que compartía con el propio Diego Rivera debió pensar que no era grave, y los españoles del siglo XVI serían duros pero ni medían dos metros,ni eran tan fuertes y heroicos como se les representa).

Además si observamos las ojeras del propio Diego Rivera nos sorprenderá que podría ser hasta una especie de caricatura coherente del propio autor. También es sorprendente el que mientras el resto de conquistadores se les representa con colores carnales (carmesí,tierra pasteloso), con Hernández Cortés su usan blancos muy argentados y azules que dan un toque que recuerda a El Greco.

Esta estética curiosamente espiritual para alguien retratado como un ser débil y mendaz es como se lo imaginaría alguien del siglo XX,pero no se corresponde para nada a la espiritualidad carnal y simple que tendrían los conquistadores ni los españoles en general del primer cuarto del siglo XVI.

Diego Rivera tenía algunos de estos rasgos y aunque se sintiera orgulloso debió sentirlos con ambivalencia el orgullo del vencedor y el desprecio del marginado que a su vez se esfuerza en ser admitido por los jerifaltes de la sociedad.
Los conquistadores-tiranos latinos siempre han querido crear nuevas sociedades sin plantearse todas las injusticias que creaban.

Una cosa que puede llegar a fastidiar de los muralistas es cierto verismo feísta que una y otra vez sale en sus murales y cuadros. Frida Kahlo al respecto dijo una vez "que ella no era surrealista que no correspondía con su arte ya que ella no pintaba sueños sino su propia vida".

Hernán Cortés no se vio como el creador de una nueva civilización,sino como el adelantado y gobernador de un nuevo virreinato sin fuerzas para despegar por si solo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario