LAS PALMAS DE G.C.

A las que son demasiado pícaras.


El sol de mayo en LAS PALMAS DE G.C.: el fracaso y la vida.El sol sobre el paisaje árido,los árboles destellados de luz,y una sensualidad pródiga. Amo la vida -dije de forma exhausta,agotado.Me costó recordármelo.


¡Cuántas historias geniales sin un registro!.Y al final no queda nada sino la vida,los cuerpos que pasean y el brillo de los edificios por el barrio de San José . Estamos en la época del grito impertinente y de la irresponsabilidad de las historias que marcan.

Ayer salí a pasear por el otro lado de la ciudad popular por el barrio de San José con sus casas a medio pintar y de bloque pelado,con el griterío de los vecinos a medio gas,con los hombres a medio vestir al descubierto como si fueran marinos con la salitre con sudor en sus cuerpos curtidos,el salvajismo de los chiquillajes que jugaban a tirarse una lata vacía alrededor de la iglesia(incluso a las niñas). Vi a las mujeronas,(a una que salía del portal de su casa),a otra que entraba con su pareja a un club enorme de pensionistas en donde se toca música canaria y afuera juegan unas cincuenta ancianos a la carta.

Los coches pitaban frenéticamente en el barrio de San José que esta lleno de música folclórica,¿por qué?¿por la victoria de Pedro Sánchez?,¿por el resultado del Real Madrid?,¿había un viejo demacrado que parecía vender droga en la Plaza?.

Los coches pitando creaban un ambiente de pesadilla y me recordaba las veces que no he tenido réplica que he dejado que me pisoteen o que me humillen para que no hubiera problemas.Por mi bondad,quizá por ese profundo sentimiento de humillación y tristeza que siempre me acompañó con la ezquizofrénica de la amada.
La sensualidad del sol de Mayo lo desborda todo y sin duda a lo primero que es la belleza.

Una cámara no podría recoger tanta sensualidad,solo las casas a medio pintar,las personas medio tiradas en la Plaza,con el bloque pelado de los asientos,el calor sofocante del Paseo de San José.

Es obvio que los abrazos de oso,las palmadas a la palmera y los grandes tacones,vencen a la sutileza pizpireta del saludo. Fisiológicamente no se puede ser glamuroso,ni pícaro en un día de playa (y menos cuando los niños juegan en atraparse tirándose una lata vacía).

A veces me imagino si el tipo que te aparta la mirada es porque quiere vender droga y le estás incomodando,¿o por qué te retira la mirada?¿o acaso esta ahí tranquilo y solo le molestan las miradas indiscretas?.

Me pregunto ¿por qué no tendré más carácter y no seré más lanzado?.

Las mujeres volviendo exhaustas de la playa,contundentes, carnales,morenas,y por supuesto nada femeninas como unos derrotados alegres e inconscientes pero cansados.

Me acordé con sorna del soneto "El Reloj" Recuerda,remember de Charles Baudelaire en que cuando el reloj toca las doce se acuerda con remordimiento por recuerdos sin remedio del pasado,amargándose de una forma infantil, invocando al suicidio,al asesinato, a la simple angustia. Este soneto esta inspirado evidentemente en Shakespeare en las Campanadas a Medianoche de Lady Macbeth (y QUIÉN SABE SI PENSÓ después en ella de Orson WELLES para su película).

Pero en Baudelaire la sensación es más enfermiza porque no hay una justificación real para la angustia sino que es una paranoia, mientras en Shakespeare donde si se supone un asesinato,el que Lady Macbeth se frote las manos como limpiándose la sangre si es algo lógico,predecible y aún sensato aunque su origen sea un asesinato.

Pensé que yo debía ser el único que tuviera prejuicios allí, sobre todo contra los delitos, menos en la precaución de delitos,¿cómo va a tener precaución contra el delito el que ni atisba ni ha convivido conscientemente con el delito?.

Y me pregunté si me habría aislado de la sensualidad y me habría condicionado para ver delitos donde solo había trapicheos,y los remordimientos de la sensualidad frustrada de Mayo donde solo hay exámenes.

Cada mujer contundente,bella,de buenos pechos, me recordaba al fracaso vital y al hecho de que tanta belleza,y tanta miseria,solo signifiquen el fracaso y la vida en potencia,brutal,contundente,sin sutilezas al lado justamente de la Ciudad de la Justicia.

Quizá algo tan abstracto como el cruel y exuberante sol de MAYO,que hace que todo destellee: los cuerpos,las flores que brillan para perder su color, los gritos y los saludos histéricos entre los vecinos,los televisores de plasma en las casas a todo trapo para que al pasar por la puerta se escuchen.