Contra la rabia de los Césares.
¿Me podrás elevar al punto
en que caer no sea caer ya?.
donde el ángel que profana
no sufra lo que es pecar ya.
Empédocles vuelves al cráter
cansado ya de mirar,
pero tu saber eterno eterno
nadie lo valorará.
Nunca más me empujes hacia
el alba que me mata,
ni ver con vértigo que atrae
el mar que me calla.
Que la muerte no sea otra vez
la última piedra del mar,
donde el infierno no sea
no poder amar más.
Sol de vidrio abre el capullo
del que no atreve a mirar,
la carne es elixir de flor
que solo una vez va a adorar.
Lobo que merodea ahíto
la manada va a secundar,
la sangre del amanecer
¿a perderte te echará?.
Traicionar a los amigos
dar la espalda al que te ayudó,
por contradicciones que haya
al "Salvador" no sirvió.
Las jóvenes se ríen
al moverse sus pechos,
sus sonrisas traviesas
eclosionantes polluelos.
* * *
- Sus espuelas marcadas
carne a otra oportunidad.
- ¿Al pederasta que sacan
eso que más le da?.
Cambia el perfil de su bandera
baraja al tahúr sin jugar,
como un esclavo vendido
muerto le ponen a reinar.
No mientas -dice- cariño
la que le obligó a abortar,
su pirámide en delirio
sin un muerto tiene ya.
Ladran dentellada en sangre
al preso huyendo al olivar,
los vigías en los mástiles
no saben cómo amenazar.
La rocaflex en los dientes
preguntan el qué dirán,
pocos en desierto tienen
la segunda oportunidad.
Rrrurrr eterno en las máquinas
del que a golpes va a despertar,
como el tiburón con sangre
o el gato que no sabe arañar.
QUÉ ideal hay en el desierto
que el orden pueda quemar,
una hora en tráfico al curro
duro hay a las seis que madrugar.
De noche la procesión
del nostálgico desfilará,
de puños y rosa la cara
de quien ya no quiere mirar.
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