Después de tanto sufrir tú sabes
que no habrá la gloria merecida,
sin quejas para que no rían su caída
remontan el vuelo las chicas aves.
No replique lo que no ha de merecer
Tanto sin querer cambió su camino
y a cualquier piedra en desatino,
acusó al ser sin fe traidor sin por qué.
No eches en cara a la joven bella
que tu maldición sea inane a la estrella
que nada compense frustrante a tu ego.
Elévate humo y piérdete en cristales
a la arena amas en lo inefable
restriega tu rostro arena en el fuego.
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