Ángeles de bloque pelado.

¡Qué historia mas terrible y generosa!. Lo pensaba mientras intentaba cortar a machetazos el pollo crudo con un cuchillo enorme medio mellado. Pero a la vez egoísta porque se obligaba a ella y a otro a depender de por vida de terceros que no podrían mantenerlos.

A VECES lo pienso y dio gracias por haber conocido a gente extraordinaria aunque fuera por su egoísmo de rapiña y sus ganas de desahogarse. Veo los barrios con los edificios de protección oficial con la chapa del yugo y las flechas sin pintar y a a medio caerse y recuerdo cuánta miseria humana, en los portales sin luz eléctrica y los jóvenes renegridos fumándose sus petas.

Esther de 26 años que se quedó embarazada y a la que abandonó su novio,aunque ella sin admitirlo se le nota que sigue enamorada de él. Su novio cuando cortó con ella se lo dijo a la cara: estoy harto de tu enfermedad. Esther que esperaba la discusión pensó que le echaría en cara pequeñas peleas domésticas que no me quiso confesar,por falta de confianza y sobre todo por la insignificancia de las mismas braseadas por el orgullo.

Pero aquello fue una cuchillada. La enfermedad a la que él se refería era la esquizofrenia. Aunque Esther estaba con tratamiento vivía como anestesiada,sin apenas hablar y reaccionar. Incluso pensé que en ese estado de frigidez las relaciones sexuales serían difíciles.

Esther quiso seguir adelante con el embarazo. Sus padres la únicas personas que tenía le respondieron que no contara para nada con ellos, pero Esther confiaba infantilmente que en caso de extrema necesidad la ayudarían.

El padre al que conocí solo una vez,parecía un hombre duro del campo pero de buen corazón,aunque no parecía que sirviera para las tareas domésticas o para ayudar a una reciente madre,salvo que fuera con dinero para pagar a alguna cuidadora. La madre que también tenía arrebatos de carácter pero estaba dispuesta a ayudar,estaba siempre como cansada y en el fondo era una persona débil.

Le iba a soltar una fruslería pero me callé para no dar demasiadas señales de mi mismo. Lo mejor sin duda era no tener el hijo,pero estaba emperretada. Eso fue lo que me conmovió.

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