Versión I. El tío Gerardo llamó a casa de Raúl para hablar con novia Cristina que era su sobrina. Durante la conversación salió el tema de su nuevo apartamento en Playa del Inglés.Y acabó diciéndole en tono de broma: "pero no te digo la dirección que vienes a verme".
Raúl recordó la cantidad de pullas que había recibido de aquella familia en los seis años de relación por considerarle un don nadie,cómo le habían arrinconado en las comidas familiares.Estaba harto de los desplantes de su familia y de su indefensión.
Era su momento. Siguiendo la broma le hizo creer a Gerardo que tenía un cáncer avanzado que su familia por humanidad se lo había estado ocultando.Y le cortó replicando que tenía prisa. Fue un hachazo de un tajo.
El tío Gerardo se quedó en shock,él tenía muchos antecedentes de familiares que habían muerto de cáncer,como su padre o una tía a la que vio morir. Se lo comentó tartamudeando,pálido y después de haberse bebido tres vasos de vino tinto a su mujer para que le confesara la verdad.
La mujer se lo tomó a la tremenda,¡pero qué impertinencia era ésa!. Y se lo explicó multiplicándolo por diez a su sobrina que tras una pelea decidió una romper "una temporada" con Raúl. Raúl satisfecho de haber devuelto el golpe,recapacitó que Gerardo no fue el más hiriente de las personas que le habían ofendido. Quizá se había reído de las bromas pero no las había hecho.
De hecho, incluso lo consideraba inocente. Pero replicaba "bueno,yo también era inocente y me han estado humillando constantemente. Que pague él por sus yernos y sus cuñados". Gerardo dejó de coger el coche y de salir de casa salvo a comprar comida en el Spar.
Él ponía de excusa que hacía viento,pero en verdad se quedaba en el patio viendo las palmeras sin moverse y sabía que no hacía viento. Durante semanas se quedó impactado, sin apenas responder a nada,ni pensar en nada que no fuera una temprana muerte, cavilando qué había hecho con su vida y por qué estaba tan solo.
Raúl no quiso disculparse,aunque por dentro se sentía a rachas amargado, arrepentido y satisfecho de su arrebato.Tampoco quiso volver a ver a su familia política para evitar encerronas. Se quedaría en su casa con su perra,su cava, y viendo la tele evitando ver los programas de Navidad para no ponerse triste.
Versión II. Bajar los plomos.
El tío Gerardo llamó a casa de Raúl para hablar con su novia Cristina que era su sobrina. Durante la conversación salió el tema de su nuevo apartamento en Playa del Inglés.Y acabó diciéndole en tono de broma: "pero no te digo la dirección que vienes a verme".
Raúl recordó la cantidad de pullas que había recibido de aquella familia en los seis años de relación por considerarle un don nadie,cómo le habían arrinconado en las comidas familiares.
Era su momento. Siguiendo la broma le hizo creer a Gerardo que tenía un cáncer que su familia por humanidad le había estado ocultando.Y le cortó replicando que tenía prisa.
El tío Gerardo quedó en shock. Se lo comentó a su mujer para que le confesara la verdad.
La mujer se lo tomó a la tremenda,¡pero qué impertinencia era ésa!. Y se lo explicó multiplicándolo por diez a su sobrina que tras una pelea decidió romper "una temporada" con Raúl. Raúl satisfecho de haber devuelto el golpe,recapacitó sobre Gerardo. De hecho, incluso lo acabó considerando inocente.
Pero replicaba "bueno,yo también era inocente y me han estado humillando constantemente. Que pague él por sus yernos y sus cuñados". Gerardo dejó de coger el coche y de salir de casa salvo a comprar comida en el Spar.
Él ponía de excusa que hacía viento,pero en verdad se quedaba en el patio viendo las palmeras sin moverse. Durante semanas se quedó impactado, sin apenas responder a nada,ni pensar en nada que no fuera una temprana muerte.
Raúl no quiso disculparse,aunque por dentro estaba a rachas amargado, arrepentido y satisfecho.Tampoco quiso volver a ver a su familia política para evitar encerronas. Se quedaría en su casa con su perra,su cava, y viendo la tele evitando ver los programas de Navidad para no ponerse triste.
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