Hay hombres a los que para hacerles justicia a su genio,hay que separarles de su degradación.
Era un hombre con la cabeza llena de jeringuillas usadas que brillaban como diamantes y de cuchillas de afeitar oxidadas.
-¡Qué gustazo! suicidémonos juntos esta tarde. Solía ofrecer a los que le invitábamos a agua o a coca cola.
-Dios ¿por qué no tengo amigos que me inviten a una orgía? bueno ya veremos, a lo mejor tengo un cáncer y me conmueve por fin lentamente liberarme. Gracias solo por lo prematuramente. Gracias.
¿Qué queda de Leopoldo María Panero?nada,fragmentos vitriolos sin formar, fragmentos arqueológicos que nadie sabe lo que significan y que sobre todo conmueven conociendo la degradación sin parodia de su existencia.
El resto fingía ser esquizofrénico,alcohólico,promiscuo, sin embargo de él mucha gente se preguntaba cómo es que podía seguir vivo.
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