Desde el siglo XVIII con sus casacas rojas,azules y blancos y la estética de la película de Barry Lyndon hasta el primer tercio del siglo XX creo que la mejor excusa para declarar una guerra occidental era una historia de un comerciante herido o de una mujer ingenua violada o con la que se habían propasado.
Esa propaganda fue usada hasta por los periódicos Hearst y Pulitzer contra España para declarar la Guerra de Cuba.
Dentro de la cultura mórbida occidental de la que España solo ha participado en sus mejores momentos esa imagen de la mujer inocente a la que hay que teñir,maquillar,y vestir constantemente de blanco para que parezca de blanco y que encima elige la traición a los suyos,a su familia o a su raza es a la vez el colmo de una relativa delicia y de la abyección, o sea de la modernidad.
Hoy en día no hay nada más que guste a un creador que la mujer bella e ingenua relacionándose con un varón de una civilización menor desarrollada.No tiene nada de parodia,pero evidentemente solo entendiéndolo como parodia tiene sentido.
Los ImPERIOS usaban esa imagen con asco cósmico,y parecían decidir "hay que restablecer el equilibrio y la justicia divina y para que las órbitas de sus planetas vuelvan a su sitio hay que hacer justicia, y de paso conquistar a esos países bárbaros para que ellos se establezca un aparto de Justicia que actúe sistemáticamente y de paso extendemos un comercio global y la civilización".
Hoy en día usamos la estética de la pornografía,que no creo que sea ni siquiera ampliamente aceptada,pero que es la que parece más asépticamente estética. La mayoría de lo que nos parezca estético y sea perverso para alguna extraña parodia es bueno.
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