Todo lo que pensé antes de hablarte.
Como un profeta antes
de invocarte soñé en el atril.
Y cuando exhausto como un pecador
llegaba arrepentido a ti.
Sin ganas, de un último arrebato
miedoso de pedir disculpas.
Grité como un traidor al final
por un crimen bajo la luna.
Mil fantasías se evaporaron.
Dragones rodeando trenes
y damas de miradas oblicuas
paseando en los andenes.
Todo era perfecto en ese caos
sonrisa muerta entre balazos.
Y las abejas libando polen
morían riendo entre tajos.
La imaginación viene y va
y todo lo entierra.
Pero es blanda junto al mar
bajo el mar se la lleva.
Escucho como un cura
para imponerte tu pena
en mi silencio soñando
sin piedad tu condena.
"Juntos los bancarios
miembros del mismo esperma
cogidos por la mano
escarvamos hipotecas."
No hay comentarios:
Publicar un comentario