Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

martes, 8 de abril de 2014

El Ajrr frente a MAPFRE   6-12-2013

   Aquí. Da igual. Lo acepto todo pero por Dios
dejadme vivir. Dejadme vivir. Aquí,dioses, entre vosotros.
Yo echaré a la vieja achacosa,con callos,
de tantos horas trabajadas torcida y con humedad
de su casa mugrienta, bajo años de hipoteca
para que no perdáis vuestro margen de beneficio.
Yo aceptaré las tarifas abusivas del letrado
y me callaré cuando vea vidas destrozadas
entre las brumas de las togas.

Yo aceptaré el mundo cueste lo que cueste.
Frente a mi pantalla luminosa en silencio
donde escucho los gritos
de esquizofrenia de los muertos.
Quiero ser uno más. Quiero ser ese alguien.
Dejadme ser una tuerca frágil e inventada
e imantada más del sistema productiva
rapidísimo y en silencio.
Hay que vender más pólizas cojones...
obviamente. Obviamente.Obviamente.
Veo como un vigía hambriento
y asqueado de sus harapos y el olor a esperma
las inmensas naves del muelle vacío.
Y los containers de prostitutas de enormes pechos
como el filo de latas usadas
obreros: chatarra echando humo de carbón.
Y yo tengo que santigüar pólizas
y vender bulas para el paredón.
Obviamente obviamente obviamente.

Lo acepto todo. Pero dejadme ser uno más.
Restregar mi cuerpo por la arena de la playa
por los pétalos por los árboles
hasta raspar mi cuerpo astilloso y que por fin
dé asco sin contemplaciones.
Dejaré a la viuda sin indemnización
que limpie escaleras o báteres
o que cuide viejos. Lo acepto todo.

Aquí . Frente al parpadeo que me vomita el ordenador
como el balanceo de las amapolas en la nieve
el pelotón cuadró sus espaldas ante mí
como un gesto de respeto antes de tirarme cal y basura.
Aquí.  Pataleo el suelo con el tic del ratón
intento imitar el estertor de la brazada
del esclavo negro del Mississippi.
Llevo corbata y zapatos
para pasar inadvertido entre mis verdugos.
Aquí.    Veo como desperdicio mi vida
y cómo desperdicié con esfuerzo y por orgullo
ante personas a las que les importo poco
y me sueltan impertinencias en los cumpleaños.
Sé que mi grito lo ahoga
el motor del aire acondicionado en silencio.
Y que he de dar las gracias
por matarme a trabajar en esta Pirámide
donde ni en arena grabarán mis iniciales.

Aquí junto a este suelo que pateo
con la estridencia de esta tómbola de feria
besos de pólvora
saludos a mis compañeras de deseo
y formularios de accidente de anestesia
que puedo enviar al mundo entero.

Y cuando me atajo la corbata al cuello
soy como un bebé abortado que acepta al mundo
tal cual es. Da igual. Lo acepto todo, ¡todo!
pero por Dios dejadme nacer. Dejadme recordar algo.

Un nombre más para regularizar
-en el Sermón de las 7 palabras
mientras lamo el polvo de un cadáver-
la Comisión de una Póliza.
Acepto la solemnidad de los fallos judiciales
y reverencio las togas mientras río en silencio
en que se arruinan la vida
y el trabajo embrutecido y sano
de los trabajadores en negro y callecidos.
Cuando hay que dar la espalda
a algún desgraciado sin escrúpulos
ni le devuelvo el saludo. Sin remordimiento.
-¡Dejadme entrar en la pirámide
quiero respirar la arena de los dioses,
quiero restregarme en los sarcófagos
y en la corona roja y en el pectoral del faraón!
Quiero sentir como la arena entra en la cripta
inundándolo con la calima
el séquito del sarcófago.
Sentir el vaho encharcando en mis pulmones.
Dios cómo quiero ser uno más.Uno más. Uno más.
Quiero morir insultando. Siendo uno más.
Quiero morir con mi faraón
insultando a todo lo real sin moverme.

Quiero hacer clic una y otra vez
quiero trabajar hasta la extenuación
para no darme cuenta de la insignificancia
de las cosas bajo la luz del sol.
De las riadas de vidas- cada una sublime y confusa-
de las grandes avenidas de espectáculos,
de turistas, cómo liban los escaparates
del néctar disperso-aquí allá- de los cardos.

Y yo siempre distraído sin mirar
al objetivo de la foto de la policía
ante el Juez sólido y profundo
de un Tribunal de Oposición.
Vivir caminando en la orilla del mar
mejor que cualquier cine en 4D
mejor que el horizonte desde
el ventanuco de una cárcel de papel.

Ignorando a las bolsas de oruga
que traen las leyendas de nieve de lso Pirineos.
Cuadrando espaldas ante las mentiras
maravillosas de los reclusos
que escupen flema y se tatúan con los bolis...
y que por supuesto se prostituyen sin dientes
por un paquete de tabaco.

Todo me gusta . Todo lo acepto.
Todo Todo Todo. La técnica.
La prosperidad. Las industrias.
Las jovencitas morenitas paseando en sujetador
como entre troncos las nutrias.
Sin contemplaciones.Lo acepto todo.
Las chabolas de India donde la niña se baña
con agua sucia del río
donde tiraron el cadáver morado del abuelo.
Que bendigan su banquete los perros hambrientos.
Pero déjenme ser en un apretón de manos.
Déjenme ser parte de la maquinaria productiva
para tener algo solvente de qué hablar
en los asaderos de gente seria.
Después de escuchar la conferencia de los notarios
salí por la ventana al solar árido
con chatarra herrumbrosa para ver las estrellas.
Y perdí para siempre pálido
e insultando a todo el mundo por what´sup
la oportunidad de fichar por la vida
como quien muerde una piedra.
Y sólo hago como un japonés turista
fotos rápidas, homeopáticas por la vida.

Yo raquítico, débil, rencoroso,inmaduro,patoso,
mentiroso, incapaz de ir erguido, cien veces vil,
que no he ganado ningún premio
que no me han sellado ningún certificado
veo como un estartega a lo lejos en calzoncillos
como en cangrena mueren mis hombres
invocando mi nombre:  cada recuerdo
de lo que debí ser y pude haber sido.

Y en las noches de las vueltas en la cama
cuando uno ha despedido a sus muertos
siente girar el molino duro
con su engranaje complicado del Infinito.
Yo inteligente, hermosísimo,educado,
tanatas veces salido de tono...
Como malas bestias de berridos histéricos
con chaquetas militares de Hugo Boss
achicharrados en sus tanques ardiendo
¡quiero salir, ábranme la escotilla!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario