Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

domingo, 20 de abril de 2014



Encuentro con friki a la enésima potencia 4-2013
           
Me encontré en el Granier de la esquina  con  José X.y X.,46 años, o sea José O´rror. Tiene el pelo canoso, sin arrugas, algo regordete y nada atlético, típico hombre que lleva la vida del pajarero. Vestido correctamente,con colores encendidos.

Yo estaba en la Dulcería y él me saludaba desde la esquina de la acera de enfrente con su acento chillón y homosexual escandaloso. Debía venir de su piso a comprar algún refresco.
Me acordé que tiene 7 hermanos. De que no se lleva con ninguno. La última vez que fué a visitar a su madre a su Urbanización de lujo en Zurbarán. Como iba vestida con mucho lujo se indignó y le dijo:

- ¿a qué viene vestirse con tanto lujo ahora de vieja, si tú no has vestido bien en toda tu vida?
¿te vas a gastar ahora todo tu dinero para no dejarme nada en la Herencia?

- Conque ya me estás enterrando, eh. -le contestó la madre. Pues quiero que sepas que la entrada y la hipoteca de tu piso la pagué yo y en cuánto quiero corto el grifo y el banco te echa a la puta calle. Y te vas a vivir con los de Cáritas. A tomar sopa aguada.Y oler a raño y orina de pobre.

-Mamá es broma, no te pongas así, lo hago por ti porque esa ropa no te queda bien. No seas tú misma, aunque sea por una vez. No me des esos disgustos.


Su padre intercedió pero tuvo que volver a echarlo por tercera vez de casa para que su madre se tranquilizara.
Según él le gustaban las mujeres mayores. Muy mayores. Y tenía novia aunque era más joven que él. Te enseñaba las fotos de los dos con una tarta de cumpleaños y su chica era secretaría judicial. Era de aspecto normal y atractiva. Cada uno vivía en su propio piso. Según parece tenían peleas, pero el colmo fué cuando una tarde el día de su cumpleaños, un día caluroso y sin aire, le dijo que limpiara el váter, que hacía falta.

- ¿Cómo te atreves a decirme eso después de comer, el día de mi cumple, no ves cómo está el tiempo, quieres que coja lejía y el estropajo?Si ni siquiera me has comprado un regalo de Cumpleaños

-es que está oliendo. Le hace falta. Además te compré la tarta que es más de lo que tú me has comprado a mí. Vete de mi casa.

Y tuvo que irse y volverse al garaje de la casa de los padres, según ellos para que estuviese más tranquilo. Hasta que le compraron un piso a una manzana del mío

Entró a la dulcería y mientras abría la nevera sin esperar a que lo hiciera una dependienta sacó un refresco y llegó a mi lado sin saludar, en otro domingo mascante como si no tuviera novia,
-¿ Estás trabajando? dijo a voz en grito
- desde Enero, no. Estuve trabajando en el Banco Santander.
- de comercial claro
-no, de administrativo, seis meses. Mentí en el tiempo de duración, dando explicaciones no pedidas para que no se sintiera apabullado y acabar la conversación.Si contaba algo demasiado bueno él intentaría superarme. Íbamos a entrar en una espiral de mentiras a ver quien superaba al otro.
- ah, pues yo estoy trabajando en Madrid, de azafato de vuelo, porque hablo 4 idiomas. Aquí no me daban trabajo y me he ido. Pero no pienso vender mi piso de aquí, para al volver tener sitio donde quedarme.
-ah...

La dependienta se sonreía entre el disimulo y la mueca yendo de un sitio a otro del escaparate medio vacío.
Intentando ponerse seria para coger una berlina de chocolate y un croassant.
Yo al darme cuenta de la mentira que me estaba contando quise acabar pronto la conversación. Me hizo gracia, que los sueños y mentiras de unos y otros coincidieran. La dependienta y yo intercambíamos sonrisas sin ninguna complicidad.

- Sí en Iberia. He estado en la casa de Santiago Segura. Sí es tan guarro como Torrente en sus películas...
-Ah, la leyenda es cierta.

Mientras yo le contestaba, él le decía a la dependienta:
.-me puedes fiar que no tengo dinero.

Entonces me hizo gracia su falta de disimulo.
 Ya había tenido broncas porque la camarera del Bar de la otra esquina de enfrente, no le había dejado entrar al Bar por el dinero que le debía. La trifulca se podía oír retumbando en cualquier lado de mi balcón.
-Yo soy un señor, tú no puedes echarme de aquí.
- cómo no te vayas llamó a mi novio pa que te rompa las piernas.
-Me voy por no llamar a la policía.
-Dile a tu familia que o me vuelve a pagar tus 200 euros de deuda o que la que llama a la pasma soy yo.
-¡Yo soy un señor, mis deudas me las pago yo,de todos modos llamaré a la policía para que sepas lo que es bueno! Pero yo a ti no te debo nada. Yo mañana tengo que irme a Madrid, así que ya veremos.
¡Yo soy un señor!¡un señor!

                                                            *       *       *

Otra vez que me lo encontré en el infinito de los animales seccionados con órganos humanos pero que no conseguían perder sus instintos sanguinarios en una Peluquería. En la cuesta de la calle rememora la historia británica de cómo se consiguieron los Puertos Francos.
José O´rror había ido a cortarse el pelo y tenía los brazos extendidos en el apoyo del sillón reclinable de la peluquería. La peluquera estaba embarazada pero José O´rror consideraba que era su derecho tener los brazos extendidos y que el mundo le debía una disculpa por los sufrimientos que había padecido toda su vida por pertenecer a la familia a la que había pertenecido y se esforzaba por ponerse en la postura más molesta para la peluquera que le recortaba los pelos del cogote.
José O´rror removiéndose en el sitio para joder y mantener el brazo del asiento reclinable la miraba con odio en el espejo del peluquero.

La peluquera poniéndose inclinada con los brazos como una herradura abierta, en posiciones retorcidas de pronto se puso en su sitio gritando:
 - Ha visto mi barriga. ¡ Por Dios estoy embarazada.

-Perdone,perdone. No me había dado cuenta. Y enfandado se engruñó los brazos y se encogió los hombros para rechifla silenciosa de los que estaban sentados hojeando revistas rotas del corazón.

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