Referemdum de Autodeterminación de Catalunya en pleno cabreo por la Crisis Económica
Grandes Anales de un minuto
Cuando llegaron los 3 representantes más 1 del Parlamento de Catalunya para hablar en la Tribuna del Congreso toda la cámara llena les tomó plenamente en serio. Todo el Parlamento endereza la espalda, tensa los hombros,clava la mirada y cementa su rictus y es un solo hombre.
Produce envidia el corporativismo y la educada solemnidad de sus representantes,
la delgadez y la educación de pasión contenida con la que representan a su pueblo y a su industria. Sin industria su identidad no tendría la devoción que representa y que por ejemplo no tienen los gallegos ni los canarios. Para tener industria y poder mantener ese pragmatismo comercial hace falta que haya demanda de sus productos pero eso no lo valoran.
Hay leyes que arruinan la vida de decenas de miles de personas (como el ámbito del Desahucio...) y no provoca tanto respeto.
Se podrá frenar la Autodeterminación pero habrá que argumentar y frenar el sentimiento independentista, si queremos evitar una nueva Cuba en donde con la Paz de Zanjón, una orden y un apretón fuerte de manos se iban a acabar las pretensiones de un pueblo con conciencia.Esto hay que demostrar ¿Por qué vale más la vale pertenecer a una gran nación, fuerte y con prestigio a ser una nación rica y minúscula, con poca fuerza y un alto nivel de renta per cápita?.
En Cataluña está ocurriendo lo mismo. Pero aún no ha llegado el punto culminante de no retorno donde los argumentos limitados tengan que dar paso a la fuerza de la ley
Durante la descomposición del Imperio Británico el proceso era parecido. Había un sentimiento rupturista promovido con la concesión de libertades del Imperio y que daba sus manifestaciones reivindicativas en India o en África cuando había momentos de escasez. A esas manifestaciones había una reacción represiva muy dura de Gran Bretaña.
Después cuando se visualizaban las consecuencias,alguna represión o matanza, o alguna negligencia administrativa que provocaba hambrunas, había un sentimiento de remordimiento de los británicos que llevaba a reconocer más libertades hacia las razas oprimidas. Y ese proceso de reconocimiento de derechos llevaba a la independencia de las nuevas naciones. La falta de argumentos a favor del mantenimiento de redes comerciales y de un sistema económico global pocas veces se planteaban con seriedad.
En Cataluña está ocurriendo lo mismo. Pero aún no ha llegado el punto culminante de no retorno donde los argumentos limitados tengan que dar paso a la fuerza de la ley.
¿ Qué pasará? la mentalidad de burócrata del Presidente Rajoy del dejar hacer y cuando no encuentren respuesta ya se cansarán no sirve.
El odio no puede ser la reacción sino la veracidad, y cuando llegue el Gran Momento hacer un uso mínimo y legítimo de la fuerza para evitar que la sociedad catalana en conjunto se eche a la calle para romper en vez de escaparates y farolas,los bancos o las comisarías.
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