En un parque seis hombres gordos y viejos se juntan bajo un árbol solemnes,no saben qué decirse y no quieren hablar temas triviales.Las casas desconchadas de alrededor,las calles sucias y llenas de niños y tráfico hace que el momento no pueda tener ni una poco de solemnidad o de conversación metódica..¿Es éste mi homenaje por una vida sacrificada por la poesía? No me atrevo ni a pedir a que me inviten a comer.Todos querrán irse rápido lo mejor será hablar solo de poesía y buen en mi mal valenciano. Eso si me valorarán los hijos de puta.
Da pena el poeta de la cotidianidad devorado y consumido por la cotidianidad.El más mayor que no se entera de nada,mira los pechos grandes de una mujer vestida de casa que va a tirar dos bolsas de basura. Nada genuino va a sealir de aquí salvo la vida.¿Es éste mi homenaje por una vida sacrificada por la poesía? Una vida sacrificada para esto,tampoco puedo pedir más,sí mejor será no perder los papeles.
Se invita a un café con leche y la camarera,una chica joven que no sonríe mucho y que tropieza con las mesas y tiembla, no solo no quiere detenerse mucho en él, es que no sabe quién es él,para ya que ha charlado algo de fútbol y le puesto la sombrilla espera una buena propi.
A nivel humano estos actos íntimos son sublimes después de toda una vida de recuerdos.Valencia¿y qué es un barrio de Valencia?Aquí sucio el parque de mierda de paloma y balonazos de los chiquillajes. A fuerza de poesía has conseguido inventarte una vida desde la más absoluta insignificancia.
Y para ser como el humo mañanero de las fábricas como de pan mohosode una vida es algo tímido y discreto. No es una de esos homenajes faraónicos y maratonianos que se le hacían a Lola Flores con aforos llenos con focos de luz, mujeres medio en pelotas,sí en medio en pelotas,y mucha música para bailar.
Sus amigos hablan de conseguir por fin una plaza de cátedra en una Universidad cercana.-Así podré jubilarme como catedrático y ganar una jubilación decente,me lo deben, por el estudio de Lope de Vega en Valencia me lo deben,sí me lo deben.
Nada es algo íntimo como si uno primero se despidiera de los recuerdos,después de las casas y sus objetos y después de las palabras. La poesía es un despedirse prematuramente de las cosas.Es un mal negocio,es un negocio íntimo que no espera recompensas sociales. ¿Y por qué no?¿por qué esta maldición?
El poeta piensa con amargura por qué no se arriesgo más y se fue a la capital y no fue por miedo a la miseria sino a la soledad de las pensiones.A la degradación de los parroquianos de bar de barrio que se ponen a hablar de fútbol y de política como si hablaran de sutilezas profundas con el ruido radiado del pito de la cafetera. Un letrista de música podrá vivir con más entusiasmo y amor,y dinero por supuesto que dinero que un poeta.Una vida de frustración ajena de la vida y desacompada. Un ejemplo de vida.Todo lo comparo con las reacciones shakespirianas de las tragedias.
Mantengo las distancias de un solipsismo shakespiriano,grito un poco para corregir a mi ansia como si fuera mi perra y merodeo formalmente sonriendo hacia nadie por algún recuerdo como un Bobby Fisher sonriendo y reaccionando a destiempo,divagando en otras cosas atribuyéndolo artificialmente a las reacciones de sus juegos. Pensé en los miles de poetas anónimos sin premio,todos son Shakespeare.Ay la poesía.
Cuando llevo a mi perra al parque y se pone a ladrar,correr y haranear tengo que gritarle por su nombre guardando las distancias insalvables con los otros dueños a los que no conozco no me presento salvo por el nombre de sus perros.La camarera le mira de reojo constantemente para ver si le va a dejar propina.El poeta ve que el homenaje de su vida no tiene remedio y que aguantará unos minutos.
Y el poeta piensa en la gente que le odia y en la que odia y en todo lo que le ha costado hacer este homenaje de mierda a una vida de trabajo,y ni siquiera parece casual,y que encima que esta haciendo chistes todo el rato y prorrumpiendo más chistes para mantener un tono de entusiasmo nadie lo sigue. Sus discípulos quieren irse a casa y despedirse con veneración durante 10 segundos del maestro.Y se acabó y se van. dejando una propina de 80 céntimos por un ansia de fraternidad con el mundo.
Un coche aparcado que se incorpora a la circulación le pita con mucha fuerza porque cruza el paso de cebra estando en rojo. El poeta se indigna mirándole fijamente con odio con la magnanimidad de un patriarca,le vuelven a pitar con fuerza y se marcha.
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