La gente no necesita ir al cine para amargarse
para amargarse están los problemas de su vida
que uno intenta tomarse en serio.
Uno va al cine para que el protagonista
a pesar de todo triunfe.
Por una vez deseamos que otro triunfe.
Y un desgraciado que siempre
ha estado solo realmente solo
quiere que se lleve a la chica guapa
y que haya una chica guapa
que él no conseguirá en su vida.
Ese es el milagro,la paradoja y el misterio.
Uno no quiere ver el misterio
de las cosas que no tienen misterio
salvo el miedo estúpido de las cosas.
Uno quiere ver gente feliz
y que de una vez supera los problemas
aunque no tenga fuerzas
para sostener los suyos.
Y a eso no hay que llamarlo simpleza
ni optimismo,ni empatía.
¿Por qué voy a alegrarme
si al prota no le revientan las piernas?
¿qué sacará mi sufrimiento
y mi soledad si a otro le revientan las piernas?
aunque en el fondo quiero que le revienten
porque le va demasiado bien y me harta
aunque quiero un final feliz sin piernas,
¿y si el actor actúa bien
de qué me servirá recordar
esa miseria del mundo?
¿ese sinsentido en que metí mi vida?.
Uno quiere ver como le rompen la cara
al malo porque en la vida no le rompes la cara.
Uno quiere recuperar la vida
que echaste por la borda
por un extraño chantaje de gloria
¿de qué gloria?de gloria.
Y ya no quieres huir
y ya sientes que es demasiado tarde
y que acaba la película
y que nadie sale nadie sale.
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