Este cachorro que come rastrojos
juega histérico con cuanto se mueve,
no distingue la luna de la nieve
ni la trucha exquisita a los despojos.
Se escarcha el espino en sus labios rojos
y ni ante la sangre a parar se atreve
teme a parar solo al deseo y la muerte
no reacciona en sus golpes ni en asomo.
Muere en tu belleza sin que falte el aire
al misterio de la vida en tu baile
si golpeas la piedra que no reacciona.
¿Jugará alguien contigo el baile eterno
o los rubís rotos de tu recuerdo
harán que juegues ya muerta sola?
* * *
Marco Antonio busca inútil a Cleopatra en el desierto
Tras perseguir a la princesa el cuerno
no tiro más de dignidad cansado,
y ver como ridículo lo sagrado
se admite en el rechinar de un mal sueño.
Tras tanto ansiar placer lo desolado
tras buscar recuerdos remueve al muerto,
reírse del absurdo de aquel recuerdo
que es inútil ya al orgullo callado.
Que nadie contrarie tu queja idiota,
ni busque el brillo de oro en la arena rota
que intuye en pirámide el desconcierto.
El beso de tu amada no se nota
ni en el recuerdo de otro ni en su boca
sino en tu sonrisa hueca ya de muerto.
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