La verdad es que actuó con bastante madurez a posteriori: se separó del Príncipe Carlos que quedó a la altura del betún aunque actuó como han actuado Reyes y príncipes desde hace siglos en Inglaterra en vez de seguir su tragedia de por vida como había pasado tradicionalmente en cientos de casos, pero ha sido la primera vez que el público televisivo lo ha visto con conciencia de que es una tragedia.
Incluso cuando millones de personas lo habrán pasado peor conviviendo con personas brutales en peores circunstancias. Pudo haber dicho no al Príncipe Carlos pero era muy difícil, tuvo dos hijos con él y amantes y lo hizo público con toda la historia por dentro, lo que fue estremecedoramente hiriente para el mundo británico. Su dulce venganza contra el Príncipe Carlos que ha quedado completamente desprestigiado y la polémica durísima contra la Reina Madre demuestran la sabiduría de esta mujer.
Y las absurdas teorías conspiranoicas, típicas de estos casos, lo mucho que la quería la gente.
Mientras tanto el Rey Felipe de Gran Bretaña no presidirá más actos como Regente Real. Éste representa lo mismo que su hijo el Príncipe Carlos aunque tenga más glamour, más decorado de oro y artesanía de lujo porque no ha habido una Lady Diana que le desenmascare, aunque seguro habrá sido algo más cariñoso con su mujer, y más divertido con sus decenas de amantes. Ahora ya viejo el cisne, recoge las alas y se va a su roncón del lago pero ni siquiera intenta camuflarse entre los demás patos para resultar simpático. Ni para que sus comentarios machistas, racistas que en el fondo ocultan su visión ignorante y clasista de la vida le sean echadas en cara.
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