La sintonía de la cabecera de "El Hombre y la Tierra" de Félix Rodríguez de la Fuente.
Cosas sencillas que nos complican la cotidianidad.
No supieron crearnos hábitos sanos. Con este chantaje rumiante de mal pagador nos conformamos los que no somos suficientemente independientes en la casa.
A veces creo que mi madre nos educó mal porque le gustaba trabajar demasiado en la casa,¡el sacrificio de la madre coraje que lucha sola contra el mundo y que se quita la comida de la boca para dárselo a sus hijos!. No lo creo.Estoy seguro.Me pulo verbalmente una y otra como quien con una tenaza retuerce la hojalata para no ser indulgente conmigo.
Resulta increíble que con 38 años me cueste tanto fregar tanto los vasos y los platos que colocó en el fregadero como un usurpador en el trono de un rey asesinado. Recuerdo a mi madre limpiando con el cepillo de rodillas la alfombra en el salón de la casa las migas que se nos caían de los bocadillos de la merienda, como me entraba un profundo desgarro de ácido en cascada en el pecho de vergüenza ajena y prefería no mirar.
Ahora cuando tengo que fregar a conciencia los platos y los vasos tengo que ponerme la sintonía de la cabecera de "El Hombre y la Tierra" para dejarlo reluciente. Nadie me ayuda,ni siquiera mi pareja que solo me llama la atención para recordarme cuando dejo restos. Parece que solo puede ser resultado mío.
Mi pareja ya me lo ha dicho "ni soy la chacha de nadie, ni soy tu madre para recordarte las cosas.Es tu casa". La mayoría de las mujeres nacidas después del 78 ya son de hormigón y no quieren contemplaciones,las parejas son franquicias individuales con un compromiso de sentimientos o de dinero,pero no de hábitos.
Si me grabara haciendo un potaje sería una performance artística más genial que Andy Warhol follando con tres transexuales reprimidas en una bañera llena de cerveza (me he acordado más de Dostoiewski).
Está claro que la huelga de las mujeres va a colapsar el país y que no estamos preparados para esta Revolución igual que los pensadores paganos no estaban preparados con el Cristianismo aunque habían reivindicado la compasión y la igualdad.Pero como recordó Nietzsche en el "Crepúsculo..." no podemos frenar en seco la Revolución de los hechos. ¿Qué lugares había más limpios que los conventos de hombres o el ejército cuando solo había hombres? como la lava que avanza derritiéndose,quemándose y quemando lo que la rodea y que se solidifica y que parece firme hasta que la pisas y te hundes en ella.
¿Y si el único refugio fuera un convento no te obligarían allí a limpiar tu celda,la biblioteca y a trabajar el huerto? por tanto,lo mejor es trabajar y no recapacitar más. Dentro de 20 años las vacas seguirán rumiando y pastando,y tendremos miedo de que la tormenta de verano nos coja y tengamos un constipado.
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