Gracias Árbola por ser agradable y comentar algo. Entre los amigos que no ponen "me gusta" porque va en contra de sus principios lo que me parece que es como negarle un pan reseco a un indigente respondiendo que no le das un mendrugo porque eres tímido, o los que no comentan los textos por lo que no repujamos la literatura.
Si uno es sensible y puede ver las cosas tal como son,pero es duro,implacable y sin entrañas en cuanto alguien te maneje con sentimientos podrá utilizarte como cuando hoy he ido al bar y he escuchado un enorme mitín con una experta en Biología Marina. Pero si uno es honrado con tod@s, al final cuando te quieren utilizar ya sean las personas con problemas o ya sean los expertos que te quieren echar su sermón de especialista saldrás huyendo porque ya eres adult@.
Diotima me había telegrafiado por el móvil que estaba arriba y fui en pos de la promesa de la felicidad.
La anécdota principal es que después del mitin hacia Schamann tuve que subir y tras quince minutos de escalada y llegar a la meta toque dos veces y no había nadie. Lleno de rabia en la vuelta escribí este soneto.
Hay dos cosas que le exijo a la poesía una que sea sincera como quien maneja la escobilla como un cañón contra un tirano y que sea digna, o sea sublime. El duende,el cuchillo correoso e íntimo en la cara del amigo...todo eso viene demasiado después,quizá ansiosamente demasiado después.
El alacrán es un animal extremadamente tímido y gregario,su postura de ataque es un postura,en realidad es una actitud defensiva. En pleno desierto tiene que defender su huevos y su esperma aunque le cueste la vida.
El ambiente de época con Goethe resultaba exquisito porque te obligaba a destilar y ser exquisito. En Canarias se te obliga a ser chabacano y soez, y vivir arrastrado a la paja que estanca la rueca. Galdós se fue de Canarias porque no encontró una piedra en la que sostenerse moribundo. Fue un gesto noble a pesar de que no había remedio. Las cosas cansan prematuramente en esta exigencia de chabacanería.
Cuando nos volvamos a ver tú me cuentas una anécdota y yo te replicaré con el hechizo de este poema: eleva. ¿Qué serían de nuestros sentimientos si no nos dieran temor?,¿y si al asaltarnos y al reconocer a un viejo compinche al que hemos traicionado y al que tenemos enfrente no nos "impactaran"?, ¿ay no nos "impactaran"?.
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