Agarra mi mano,toquea mi cuerpo.

En respuesta a un joven que con 35 años se quejaba de haber desperdiciado completamente su vida por pasión por la literatura y al que tanteé cómo consolar...

y frente al repulsivo y sublime poema "A una urna griega" de John keats y frente al arrebato de Fernando Pessoa "Ven a sentarte conmigo, lidia, a la orilla del río" -

"Agarra mi mano,toquea mi cuerpo.
Allí en el Buque Oxidado
con un intenso olor a mar
con las olas agarrotadas".


Hazme vivir AUNQUE SUFRA, aunque me destruyas
rompe mis sagradas figuritas de cristal,
esas figuras de cristal que no existen,
que es imposible que existan
y que quiero hacer vivir como sea,
del rincón tumefacto de mi cuarto.

No me obligues a amarte de lejos,
islas desamarradas de fuego,
recuerdos falsos de besos falsos
que solo son las ampollas de azufre de ver
los besos ajenos, los estigmas del santo,
las flores del mártir estúpido
al que queman para nada
en la sagrada lavadora de cadáveres,
¿que no sé poner en marcha?...

aprendamos que el tiempo no pasa
solo el entusiasmo pasa
AGARRA mi mano la balsa que te flotara
sobre el abismo eterno...

en las leyendas de la parada de guagua
de los cadáveres,
solo mirándote con miedos, con falsas expectativas,
con exageradas reacciones,
vigía que ve al enemigo sanguinario
en todas partes desde salir del puerto,

merodeándote como un perro sarnoso
a un trono vacío infectado de SIDA,
destilando mentiras que solo te engañan a ti,
e inventando sublimes mundos falsos.

Sé el árbol quemado que abrazas en la niebla.
Hazme amar tus prejuicios,tus mentiras
y tus amores masoquistas
para que por fin sean odiosos,
y dejen de ser masoquistas.

La vida también es desasosiego,angustia,problemas,
humillaciones a gritos en público,en el trabajo,
injusticias absurdas y contradicciones,
amores eternos que se acaban rápido,
un sexo oceánico, y la alegría vivificadora
de la luz bajo la luz.

Lo único que es mentira
es el chantaje de la inmortalidad
y el chantaje del tiempo.

Dame la mano frente al mar
al mar mediocre que nunca quise
para recordar cómo te amé.
No quiero perseguirte eternamente,
y solo sublimaré historias de amor sublimes
para los libros donde es válido lo imposible.

Quiero SER aunque sea imposible,
quiero amarte de tan real que eres,
no perseguirte eterno y sublime sin llegarte,
como la luz sublime imposible y eterna de las estrellas
sino restregarme en el polvo de la Luna.

Me despediré de las frases de Shakespeare,
bendiciéndolas más que amándolas,
besaré rutilantes frases
con pánico a no ser sublime ni auténtico,
rumiando la ambrosía de los coches
de la carbonilla de gasolina de Apolo y Zeus.