Toda nuestra desgracia se perpetúa por la chabacanería que confundimos con una humanidad destilada y por el sentido común, la mayoría de lo que nace de lo sublime transgrede en muchos ámbitos el sentido común.
Esto implica que toda nuestra desgracia viene de nuestro miedo a los sentimientos y a lo sublime, que de alguna manera siempre debe concordar con lo sublime. Solo la palabra estricta puede explicar los sentimientos. Tennessee Williams,Ezra Pound o Leopoldo María Panero criticaban a Shakespeare por su estilo engolado, pero aunque tienen algo de razón, no hay que perdonarles la crítica, Shakespeare sigue siendo sagrado por miedo a no ser auténtico con los sentimientos. Esa es su excepción: nos enseña a ser personas.
Tennessee Williams ama las situaciones sentimentales interiorizadas extremas,las grandes frases no dichas.
Flaubert que es un hombre humilde suele recordar "más vale un buen artesano,que un mal artista". Quizá es un recuerdo triste el que haya que seguir un orden tan básico. Tampoco estoy seguro si eso es verdad siempre,pero perversamente uno quiere aspirar a ser un buen artista rápido.¿Para qué uno para a aprehender los andamiajes narrativos si las grandes debates ya los tiene asimilados?
El problema es que uno debe tantear y saber instintivamente por lo menos ser un buen artesano. Sin infraestructura no puede haber delirios verticales.
Una vez estando en una terraza vimos una pelea entre lo que supusimos era un proxeneta y su chica entre gritos broncos. Tras la pelea se puso a pedir en la terraza porque necesita dinero. Cuando llegó a nosotros bajamos la cabeza ya cansados de la indignación anterior. Y con su voz ronca dijo: señores, sobran las palabras.Mi amigo espetó como si me lo echara en cara: se puede tener delicadeza hasta en la marginación. Yo le respondí: es una anécdota Flaubert.
La genialidad de tomarse estrictamente, como lo más grave a personajes al margen.
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