Es penoso,tantos políticos dimitiendo o sin dimitir por fingir en sus currículums proclamando que tienen títulos y másters universitarios que nunca consiguieron.
Antes a la gente se le caía la cara de vergüenza por no tener un título nobiliario, ahora por no tener un título universitario. En los Congresos no te aplauden tanto y te dan la espalda pero tienes que aceptarlo dignamente con campechanía.
Ni siquiera hace falta para ejercer un servicio público a la sociedad,pero hace falta destacar, ésa es siempre la mentalidad española.Lo único que se necesita es trabajar duro por los demás.
Pero habría que recuperar la dignidad y el valor de no engañar, el que te acepta te acepta,y llegar tan alto para quedar al final como un mentiroso y un cara es triste. Lo importante resulta lo que aportamos a los que nos rodean y a la sociedad. Todo esto fuerza a la tristeza,de sentir vergüenza ajena.
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