Habían declarado Huelga General e Indefinida. El empresario mientras dictaba su incendiario comunicado se fijó en las uñas largas pintadas de mujer en los deditos de niña de su joven secretaria. Estaba llena de croquidos brillantes pero excesivos. Sonrió con profunda satisfacción. La secretaria era un encanto pero iba a lo suyo y no le pidió consejo sobre el comunicado.
Pensó en el sufrido Jeremías y en el cachondo y dulce Isaías del que de espaldas todos debían reírse y criticar. A través de la ventana vio el Hotel vacío y debajo de su despacho un grupo de universitarias ingenuas. "¿Para qué ponerme en primera fila si no es mi guerra?".
Leyó el comunicado y asintió. ¡Oscurézcalo!,póngalo en jerga técnica para que parezca inteligencia. Bueno déjelo. Y rompió el papel con profundo alivio.
Qué se maten.Me voy a estar toda la tarde tirado en la playa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario