Ondeando la embarazada
pienso en su filtro frustrado,
estoy café en el pasado
de molienda que no acaba
en el aroma que amarga.
Un cuervo al loro y al pellejo
se arranca a sangre de viejo,
mendigo es quien roba al amigo
sin pedir como un mendigo
caracola sin cangrejo.
Perro corriendo en la arena
el golpe de ola en la cara,
de qué cuero de alambrada
saldrá espinas más correa
chispa buscando a la yesca,
y aunque el cura lo apalabre
no hay Hostia que me haga padre.
Cuando huye sin vigía el coche
el ladrido hueco en la noche
no espera huida para que hable.
Queda la sonrisa egoísta
del chiste hiriente rajado,
la cuerda del ahorcado
que no espera ya visita
su recuerdo infiel que invita.
Riamos nadie tiene a nadie
robamos la luz y el aire,
océano que noche aguarda
la corriente que nos manda
débil ballena en su baile.
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