Johan Goethe pudo casarse con muchas mujeres cultas y de su clase social patricia de los salones culturales que le habrían las puertas de par en par,pero prefirió casarse con Christiane Vulpius una mujer con carácter,sin cultura por tanto no podría aportarle estímulos intelectuales y de una clase más humilde.
La extraordinaria libertad que se permitió Goethe en "Las Afinidades Electivas" es un ejemplo del entusiasmo con que sobrellevaba los argumentos más audaces de sus obras y de alguna manera demuestras como muchas de sus aventuras con mujeres nunca tenían consecuencias traumáticas y como apenas daba la cara,aunque mantuviera sus prejuicios sociales y sus prejuicios de libertad.
Johann Wolfgang Goethe solo accedió a casarse con ella cuando tenía cincuenta y siete años y su mujer dieciséis menos, ya su presencia había sido asumida por la comunidad, contraen matrimonio en una parroquia de Weimar, y el acto sin muchos formalismo solo sirve para sellar que llevan 18 años juntos. Christiane ha dado a luz cinco hijos naturales, de los que aún seguía vivo el primero, August el famoso hijo enterrado en el Cementerio Protestante de Roma como recuerda el célebre poema del padre y todo bañado de cierto informalismo latino. Cuando fallece Christiane en junio de 1816, Goethe pondrá un hermetismo sospechoso de los veintiocho años de convivencia en pareja. Además como tenía costumbre,con esa mentalidad aristocratizante en 1797 había hecho desaparecer los abundantes documentos referentes a su mujer.
Fue una relación lleno de prejuicios que aquella mujer tuvo que aguantar a empellones nacida desde la libertad para la libertad y de un clasismo hiriente que recuerda a finales del siglo XIX. Aunque TAMPOCO sorprende en la época reaccionaria en que las hambrunas y la represión tras la Caída de Napoleón no conmocionara demasiado a este hombre nacido para la libertad.
Es conocido que a Vulpius su esposa,durante mucho tiempo la mantenía al margen de los actos culturales o le hacía pasar por su sirvienta cuando recibía visitas,y mientras él comía con las visitas ella lo hacía en la cocina. Una vez en que tuvo que hospedar a unos soldados franceses que se propasaban con Vulpius "a la que hacía pasar por criada",tuvo que recriminarles que pararan y reconoció que era su mujer. Eso de sentirse avergonzado de alguna manera por la esposa que había elegido guarda una coherencia rancia: también Rousseau se avergonzó de su mujer y mandó sus cinco hijos a la inclusa para que no los educara.
Pero la diferencia es que Goethe podía elegir a muchas otras mujeres más cultas,bellas o en mejor posición social(cosa que él sí tenía en cuenta),y eligió a ésta sintiendo que garantizaría su estabilidad frente a la fiebre romántica sin quitarle su libertad.
Es sabido que mientras en opiniones políticas era bastante conservador incluso más allá de la caída de Napoleón, era más abierto en ideas sociales y morales pero no las practicaba abiertamente. El aliento inspirador,el carácter fuerte y la admiración sin límites de Vulpius hacia un escritor al que no entendía y cuya obra le hubiese parecido censurable(dicho en forma cortés) era la virtud sobrenatural que atesoraba esta mujer.
Thomas Mann el escritor patricio definió a esta gran mujer "como un bello trozo de carne",pero si bien otras parejas de Goethe ejercieron el papel de madre, esta mujer debió hacer el papel de mujer con carácter siempre apoyando,animando y centrando a su hombre.
Era una mujer de belleza contundente pero tampoco de gran belleza, y son conocidas las estratagemas que usó para "conquistar al gran Goethe",y uno no sabe si tomárselas como una pérfida(como las rivales),o simplemente como un ajedrez entrañable de solteras merodeando por un gran partido. Pero lo que sí es obvio es que Goethe nunca volvió a su demonio romántico gracias a esta mujer.
¿Y quién ha sentido gratitud por esta gran mujer? lamentablemente nadie,ni siquiera Goethe.
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