Un Quijote sin niebla en que llenarte
de la inmadurez agua eres cautivo,
no de la palabra ni del amor vivo
ni un molino sin aire para airearte.
Flirteas para con terror marcharte
siempre acusas a alguien de tu desgracia,
y en el reencuentro haces la gracia
de un mal gusto aire del que te asfixiaste.
Rumia la grava clara sin decoro
si Dulcinea busca en tu boca oro
llena tu magia hueca de personas.
Llora si en sangre ajena te has herido
como un ladrón eterno arrepentido
que todos los lugares abandonas.
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