Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

martes, 19 de abril de 2016

De la oscuridad al desprestigio

Una vez en el pipican rodeado de perros corriendo frenéticos, haciendo una broma que me indignificaba, un madrileño Eugenio con fuerte acento me respondió: ¡No digas eso ni en broma!,(respétate a ti mismo).
Me encantó el zarandeo fuerte y encantador,porque es como si en la ciénaga llena de vapores saliera una luz sana.
La grandeza es respeto.

Era octubre y había roto mi amistad con G.F.T. por todas las patujadas que me decías.Tú no dignificas,tú hundes,tú echas mierda a los que te rodean,tú llevas la contraria diciendo burradas solo para hundir y creerte alguien.

Había vuelto a un anonimato tranquilo,y a mis estudios escasos de filología,y a mis notas indignantes,en los suspensos de lengua por no presentarme y en los 8,5 o 9 por literatura.

En un grupo artístico o filológico se patentiza rápido quién destaca y quién no,quién trabaja con constancia y duro y quién trabaja con arrebatos. Uno no quiere ser un agujero ni aunque te beneficie ser un agujero,ni un ectoplasma,uno quiere tratarse con dignidad. Y para eso solo hay un camino y es el trabajo constante,y de ahí sale el humor sano y no nervioso.

Hay un tipo de humor compulsivo de risotadas y fiebre mala que degrada a las personas que lo emiten,que las dominan.Es la maldición del humor que se degrada,de motor rabioso.

Degradarse.

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