Estando un sábado de noche en el chino
al bamboleo entre golfas profanadas,
creí Imperios robar en casas dejadas
y el placer cansado en el vacío.
Con miedo al espejo que debilita
no reclamo más justicia al ridículo,
ni al fuego del placer un vínculo
de la flor que nace de sombra marchita.
Corrompes sueños para hacerlos serios
gato en tu cojín de una giganta siervo,
¿dónde el placer del esfuerzo que proclamas?.
Gritarás tus sesos en el televisor
picando la mina sucia para tu amor mientras caes otra vez para saber que amas.
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