En la literatura,como en la ciencia como en la vida,solo se valora los que llevan a la plenitud una buena idea,los que llegaron e hicieron el kilómetro extra, no a los que tuvieron el chispazo sobre la arena o mantuvieron la tradición de la leña húmeda en el hielo del invierno.
El mundo lector es cruelmente ingrato como los amores platónicos. Uno se consuela en el mismo placer de la lectura,de la escritura,pero sobre todo el del trabajo bien hecho,sin esperar ni las sobras. Sale a la calle,ve el sol,la alegría de vivir,y se da cuenta que las cosas están bien,que tienen su orden,y que debe irse allí donde están las oportunidades,pero si no,no quejarse.
Hay veces que el lector te echa en cara el que no has sabido tratar un tema difícil con humor. ―¿Me puedes decir dónde están los microrrelatos,que son historias sin historia, para los que quieren reírse con "Sálvame",pero haciéndose los interesantes,así en plan intelectual guay?. Hay historias que vienen con su tono,como los trajes nuevos🤵 que hay que lavar antes de vestirse con ellos.
El cosmos de los medios del entretenimiento basura,de fiebre mala de placer,¿qué alternativa de vida puede haber a eso?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario