Piedra horadada en siglos sin ansia de lucha
déjate matar roto arco iris sin pistola,
o que tu mujer folle con otro delante tuya
o que en ruinas caiga tu patria sobre las olas.
No hueques tu boca,no repliques que eres un santo
rumia tu madriguera al que te grita espuma,
mata al beso que exiliado miente de espanto
o al alba niño de golpes que huye de la locura.
Quiero que te pudras que tu extraño zumbido
del que dudo no te arrepiente a medianoche
ni el azufre de chapa ondulada del infinito.
Quien sueña destruye en sangre el arma que no rompe
cuando eleve mi mano písala moribunda
como un gusano humilde que reza sin excusa.
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