El petróleo de Canarias y la ballena es un teléfono de emergencia

Una vez se quedó varada una ballena de 7 toneladas cerca de la Playa del Cabrón. Como los de la limpieza no cobraban un extra y estaba lejos de su villa por lo que no recibirían quejas estuvieron días y días sin pedir ayuda a ninguna institución para que les diera palas, ni un camión.

ÍBAMOS allí y nos reíamos de ver cómo se pudría,de cómo se llenaba de moscas, como las olas hacían un ruido extraño al golpearla y cómo llegaban las ratitas, y debatíamos de qué raza eran. Pero lo increíble era que para ver ese cadáver enorme y aceitoso hicimos senderismo por primera vez juntos, rodeados de moscas,subiendo y bajando barrancos con piedras sueltas y con el oleaje de los precipicios. En vez de ir por rutas de senderismo señalizadas,empezamos a hacer senderismo allí muy satisfechos donde nos llenábamos de ronchas, para ver aquel medio OVNI abandonado.

Hay gente que tenemos cierto dinero y la vida medio resuelta  que sentimos un poco de vergüenza y de culpa y por eso apoyamos la prospección del petróleo. Aunque resulte paradójico mucha gente necesitada no ve el petróleo como una solución. Barrios llenos parados de larga duración, los que no volverán a trabajar, los que trabajan en la hostelería por sueldos miserables, familias que van a las cenas de Navidad para echarse en cara su bilis contenida. Gente que insulta con razón desde el bar si aparcas el coche en doble fila te hace un alegato en contra de la prospección del petróleo.

Cuando se empezó a hacer la zona turística de Maspalomas hubo un entusiasmo general de que aquello iba a salvar de las chabolas de mugre y bloque a personas semianalfabetas que habían ahorrado dinero desde la posguerra. Ahora no. No hay ningún entusiasmo en plena Depresión. Cuando uno va a un barrio más pobre más alegatos a favor de la ecología y contra el cambio climático. En un bar el inmigrante que lleva 4 años en paro te habla con la cerveza en la mano y dos en la barra que nos cargamos el planeta.
 Uno va a pasear al Parque de Jinámar y las personas te cuentan sueños ridículos de abrir una ferretería o una franquicia de una dulcería y formas de negocio que no se sostienen. No quieren agarrarse a ningún proyecto sólido para salir de sus vidas¿Y la ambición,las ganas de progresar?...      ¿ Dónde habrán visto ellos su ballena pudriéndose?¿ y si no la salvan por qué no la entierran?.