Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

martes, 29 de octubre de 2019

La profecía autocumplida.

Enseñaba la foto en una terraza para buscar la excelencia de un relato original a un periodista famoso y a un publicista peninsular. - Qué culichichi la oficial de la Gestapo. Al camarero se le cayeron las jarras de cerveza y una coca cola.

- ¿Culichichi? ¿Los canarios os habéis inventado una palabra con culo y chichi para algo que no tiene nada que ver con ninguna de las dos cosas? lo repetía asombrado. Eso que llevaba casado con una canaria cinco años. Le seguía dando vueltas a la expresión,sin embargo,darme ideas para un posible relato ya no le importaba.

No sé. Me parece un gesto gracioso aunque uno supone que las protagonistas de las fotos acabarán en la Guerra y otras morirán.¿No? Es la lucha entre el humor pícaro y la barbarie del fanatismo,¿no?. El periodista mayor no me hacía caso. ¿Qué cosa más estúpida que gente de 60 años esté tomando Viagra? si te haces mayor lo asumes y disfrutas de tu edad según la naturaleza. ¿No vas a estar todo el... agotado en la cama,anestesiado,y empalmado en la cama?¿Y después qué? ¿te ponen un bypass para que aguantes más? No sé... puedes caminar,viajar, no hace falta que te quedes mirando al horizonte majestuoso esperando la muerte...puedes leer,pintar,hacer cosas.

No sé por qué quise encontrar la palabra exacta para definir el tacto con un pecho femenino,pero no lo encontramos ni en el DRAE. Pensé en buscar a alguien experto en la Historia del III Reich siempre puedes encontrar a un tipo que sabe las anécdotas de todos los ministros nazis,pero es jardinero o seguritas y como está en paro solo sale de su casa,si le juras que lo invitas tú. No merecía la pena.

El camarero mientras barría el suelo de los cristales a nuestro lado,tras 15 minutos,nos miraba con rencor. Se notaba que no le gustaba su trabajo. ¡Gilipollas!. Un pecho,nazis,culichichi, ¿Y estos son los temas de trabajo de los escritores? pensaría. Intenté retener la sonrisa para no hacerme muy odioso.

Nos fuimos de la terraza sin ninguna historia. El publicista se despidió sin fiarse de mi honestidad, diciendo - oye, ¿de verdad?... Estoy deseando volver a casa a preguntárselo a mi mujer. ¡¿Culichichi?!

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