¿Quién recuerda bajo la tormenta
las conversaciones de agua
en la parada?
LA negra
no recuerda al muerto
ni el familiar a la suegra.
Siento la cerradura que gira
el verdugo mientras duermo.
Siento sus pasos venir
ante el mar del techo.
Qué decir en la mecedora
salvo chantajes inútiles al infierno.
Yo las angustias
la muerte de los murciélagos,
la eternidad que no es tiempo
la jaqueca por las flores mustias.
Siempre se escuchan berridos perdidos
y griterío en las calles de La Habana.
¿Quién recuerda bajo la tormenta
las conversaciones de agua
en la parada?
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