Paseó con su novia por allí y de pronto apretó los labios y le dio la mano con fuerza. Aquélla, su antigua casa estaba en estado de ruina. Allí se había enamorado sin que al final pasara nada, ni dejara ni un solo recuerdo real. Pensaba en esas historias sin historia. Quizá nos elevan a lo sublime pero solo la vida real,vivida, nos hace apretar los pies en el piso.
Le hacía gracia su versión sublimista de la historia. ¿Qué diría ella,la otra? "Nada,era un pesado con el que apenas hablé nada". Después se enteró que se quedó embarazada, enamorada de otro, que la abandonó antes de dar a luz. Tres años después se encontraron, y ella le comentó que le daba igual,"él se lo pierde, yo lo tuve enamorada". Reconoció sin rencor.
Allí en el Macrofit rodeados de gente bellísima,bien arreglada, tuvo que hacer la amarga confesión y "debió ser a mí me temo porque yo no le importaba mucho,sino que me veía como a un medio desconocido".
Le costó confesar el secreto. Le parecía demasiado hiriente y se tapaba la cara con las manos lo cual era un gesto insólito en ella. "Se fue dejándome en la estacada con la hipoteca".
Me era indiferente lo que me decía,no sentía contra ella nada,ni pena, sino una simpatía indiferente. Recordaba el accidente de coche que por poco deja tetrapléjico al otro conductor que se salvó de chiripa. Y sin querer me llevé la mano a la frente.
Pensé que querría saber de ella,pero no más que una conversación de 10 minutos. No habíamos vivido nada juntos en realidad. Los ángeles mejor dejarlos como ángeles, sin cuerpo ni recuerdos. Seguía siendo una mujer bellísima,que vestía horriblemente mal lo que era entrañable,y sencilla.
Acabó Derecho pero no tenía ninguna inquietud intelectual. Ella tenía su vida real,mediocre,tranquila y yo la mía. Si me hubiese dicho que lo dejara todo por ella,me hubiese quedado parado y me habría ido agotado de pensar fantasías.
Muchas veces me ha parecido gracioso cuando uno cuenta un enamoramiento de forma sublime, y la otra parte no le da ninguna importancia,y te pregunta después ¿qué vas a comer hoy?
En aquella casa desconocida la recordaba bellísima,con la piel blanca y con la brisa dándole en el pecho. "Supongo que uno siempre vuelve a los sitios que lo revuelven".
"Sí necesitaba aquellos recuerdos de dolor para sentir lo sublime,como algo abstracto sin embargo para escribirlos,para vivir,para recordarlo sin nostalgia, como algo que no puede herirme".
Aquel día invité a mi novia a unas clases de salsa en donde te prestaban los tacones. Fue graciosa la delicadeza conque se puso los tacones,lo descoordinados que estábamos y cómo se chorreaba en sudor.
Necesita vivir.
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