Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

jueves, 16 de marzo de 2017

Delincuentes entre los artistas de París

Uno escribe como el que esta nadando a contracorriente para llegar a la orilla que esta a doscientos metros y cuando llega esta agotado aunque sabe que lo que ha hecho no es ninguna hazaña.Uno tiene pocas fuerzas,es frágil,lo ha dado todo por la literatura,y tiene pocas fuerzas hasta para replicar.

Uno llega al papel en blanco sin nada que le interese,ni le apasione salvo versiones de su propia vida. Sin embargo, la imaginación es un aspersor loco que dispara a todos lados pero sin apenas contenido,sin apenas alcance,con pequeñas anécdotas, brillantes chispazos que caen en la arena y desaparecen dejando un puntito negro. Por tanto uno necesita sentir la pasión del delito,la defensa de lo indefendible por una salvaguarda contra una injusticia terrorífica cósmica.

Cuando uno lee la novela decimonónica española paralela a Galdós se da cuenta que solo hay dos temas: el adulterio femenino y los garbanzada hecha de diferentes maneras en las zonas rurales y en la ciudad.Y el adulterio femenino por supuesto para salvar el recorrido de las órbitas de los planetas acaba siendo falso o teniendo su justa condena también bastante ñoña.

El entusiasmo del delito,de lo prohibido, de lo imposible con sus dudas,su contrariedad,su asombro,su empatía eleva la literatura.

Uno necesita sensaciones fuertes,porque no tiene ganas de leer más y leer no le hace reaccionar ni pensar cosas elevadas. Por tanto,uno entiende el cinismo o la cara dura autodestructivas de que los artistas convivan con delincuentes para "aprender pasión de vida y literatura".¿Y en dónde mejor que en París donde la literatura está por encima de todo?.

¿Quizá los grandes artistas de París necesitaban rodearse de delincuentes para entender inmediatamente la condición humana?.

Maurice Sachs,Jean Genet, Henri Charrière, cometieron delitos graves mientras convivían entre los artistas de éxito de París, incluso el joven François Truffaut después de haber conocido a su padrino André Bazin,aunque estos "delitos" fueran más suaves. Los tres primeros son de órdago porque junto al delito unían la traición infame,la delación hasta la náusea que recuerda la película Al final de la Escapada. Es lógico que entre poetas pobretones se cometa algún delito de robo,¿pero qué necesidad tendrían los consagrados de estudiar estas psicologías con su compañía?.

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