Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

domingo, 26 de marzo de 2017

Jóvenes lesbianas en la playa de las Canteras

El hombre me mira con deseo
me asquea de la magia de fakir
que me quieren atribuir,
la muerte al faraón del siervo.

¿Qué hay de malo de jugar
con petardos sin colmillo,
en la playa sin testigos?
Recuerdos sin retar.

No esta en la más alta torre
el gran amor que amamanta,
y en la arena bajo una manta
descubro el mundo como un monje.

Fastuosa guardo el misterio
que enloquece al niñato,
y al viejo insomne lo mato
con mi exequatur cenicero.

Lengua de fuego ¿pido más?
SI juego enroscada e inquina
sierpe al musgo sibilina
de la biblia¿me golpearás?.

Buscando un equipo y el balón
los chicos rumian mi pecho
y no juegan por despecho
que no les vacile mi tacón.

Al vulgarizar lo sensual
un examen a medianoche,
fastuosa en mi derroche
falsa puritana del mal.

No hay sonrisas puerta a guardar.
No hay ya besos a escondidas
ni en el agua embestidas
de una tregua que soportar.

¿Qué hay de malo infeliz
otra lengua en piruetas,
el rebote de escopeta
víbora sin cicatriz?.

Como un hierro sacrílego
que aspira al jade,
exalto en un jaque mate
mi cuerpo impactado y vitreo.

Espuma caricia al morir.
El sexo en la luz materna
en los cuerpos oliendo a arena
en recuerdos sin sufrir.

Que me venga el devoto
mientras maniobro mis tetas
con piedras hormigonera
le cegaré bajo el potro.

¿A qué ojos vas a remar?
Puenting con piruetas locas,
y espuma contra las rocas
no te puedes golpear.

¿Qué hago sensual del recuerdo?
Como un cenicero el sagrario
sangra esperando su milagro.
Solo hay fueras de juego.

¿Puedes amar de verdad?
Te restriegas en la arena
hormigonera de piedras
que no te agotas de jugar.

Atardecer de pañuelos
de despedida sin naufragio,
¿ojos se dará el milagro
llorarás ante el espejo?.

Y en mi sexo bromeo de cruces
como la tecnología del infierno,
de las maldiciones bromeo
como si me estrellara de bruces.

Y agotada de los prejuicios
contra los que me divierto,
la arena pesada siento
como un condenado sin juicio.

¡Mi pasarela sin testigo!
vuelvo a mi casa desordenada,
del éxodo no hay nada
no tengo nada en su sitio. v.76





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