¿Para quiénes sirve la cultura? ( Esta es una pregunta típicamente española, como cuando un empresario pregunta cuando multiplicaré mi inversión con el pelotazo. En Gran Bretaña es de mal gusto, y en Francia ni se imagina...)
Mayoritariamente para quienes quieren crear cultura o identidad. La ingeniería que es un medio es necesaria pero la verdad profunda que es un fin,no parece serlo. ¿ De qué sirve amargarse leyendo el Alexanderplatz de Döblin o El Conformista de Alberto Moravia?.
Bendita prostitución
Entendemos mejor a las mujeres de Babilonia con la pseudocultura del entretenimiento que no es más que cultura diluida,chabacanizada, cogida de la sisa...y que da aire acondicionado a las catacumbas, de retrovida a la cultura. Esa es la que la inmensa mayoría necesita, la divulgación sencilla de esteriotipos científicos, todos los movimientos psíquicos que generan voluntad,quitan conciencia o sea que crea epilécticos culturales.
La Alta Edad Media real y la Posmodernidad vuelven a coincidir en sus resultados pero sin esa veneración por la Cultura. En SAN ISIDORO de Sevilla y sus falsas etimologías y en un presentador de TV-divulgador de ciencia hay más paralelismos que en cualquier dos pensadores serios de cualquier época, y son dos payasos paródicos que se hacen tomar en serio.
El que durante la Alta Edad Media millones de campesinos analfabetos tuvieran devoción por la cultura absoluta revelada, la paranoia cristiana,y crearan con solidez una tergiversación de la vida, les honra más que a nosotros, ellos se tomaban la cultura que no tenían en serio. Aunque por supuesto no vivieran a la altura de sus principios.
Cuanto más ignorante es el pueblo más lucha a muerte y más veneración tienen por los grumos de veneración de la "CIENCIA" REVELADA. Nosotros no tenemos que luchar por cartografiar el planeta, nosotros también parodiamos la cultura pero conscientemente. Hoy en día nadie está dispuesto a matar o a morir por la Inmaculada Concepción de la Vírgen María.
La gente mata o muere por prejuicios de identidad que nacen de una culturria que ni conocen,ni les interesa, pero que vulgarizada les da pasión. Nadie es cristiano ya porque les parezca sensato sino porque llevan el cristianismo en las venas.
El cristianismo de Alfredo Landa contra Pajares y Esteso
El landismo es todavía cristiano, un obstáculo final contra el sexo rematado, el humor grueso que impacta, y la actualidad real ,desde la política hasta las relaciones personales reales, es todo ingenuo no sabe plantear el dramatismo de las tramas que propone,detrás de esa ingenuidad hay muchísima hupocresía franquista ,de no querer saber, grumoso puesto que se dejan caer temas que no se desarrollan...
Es todo de un histrionismo infantil que da vergüenza ajena, pero también unas extraordinarias ganas de vivir. Sin embargo, nada de la estupidez del Landismo es inocente, hay mucha propaganda con semidesnudos y humor de garrafa. Es un cristianismo que pierde pié frente al capitalismo, en su forma de turismo de masas. Es PENOSO ver a la sublime hipocresía de la Iglesia dejarse desnudar una y otra vez. Y que no haya nada inteligente ni noble, salvo miedos o planteamientos absurdos que nos recuerdan a tramas de Lope de Vega como El AMar sin saber a quién o El Castigo sin Venganza.
Se sabe que Landa estaba orgulloso de su cine, y Concha Velasco dijo que" conseguimos engañar a España". Y TODO eso se consiguió a pesar de su inactualidad porque´esas películas que iban a ver hasta más de un millón de personas no tenían inteligencia. La obra de Mihura La Viuda Decente al tener inteligencia y plantear con sorna la oposición al divorcio de una parte de la sociedad,sin que aparecieran desnudos, no obtuvo el éxito esperado.
En las películas de Pajares y Esteso apenas hay ya cristianismo ni se toma en serio, las cobardías, los prejuicios, se plantean por sí mismos,el humor simplón del currante,del cateto; la realidad entra de lleno aunque tampoco se busque el dramatismo,sino la caracjada, la homosexualidad reprimida, la injusticia social,
y todo lo que es estúpido se representa tal cual es, los dos hombres simples sin posibilidad de progresar ni medrar, aunque perderían sus escasos principios a gusto si alguien les ofreciera un precio mínimamente digno que casi nunca les ofrecen.
Casi nunca en este cine se busca la grandeza, ni las decisones nobles, el espectador se dice "yo estoy aquí, te conozco" no hacen falta falsas excusas.
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