En la Playa de Tufia aquel beso frustrado
y la ballena de 7 toneladas
envarada pudriéndose.



Todo lo que te tuve que decir
ya quedará por siempre por decir
como si quisiera ser un gran hombre
un hombre eximio,patricio, un gran hombre
que nunca quise ser pero que soy sin esfuerzo
y cuyo mérito sólo los que me aman
a duras penas reconocen.

Todos los insultos que te tuve que soltar
cuando me ayudabas a destiempo
sin que lo consideraras tu obligación
sino como un favor grandioso y lejano.

Ahora estás muerto
y miles de recuerdos en los que no estuviste
de los que nunca sabrás
van  unidos a tu infame nombre.

Y si alguien me hubiese empujado
habría cogido impulso pero el oleaje me mareó
y ya inventaba mentiras antes de quedarme quieto.

Y frente las excusas idiotas los grandes argumentos
que nadie entiende porque son huidas
y argumentas mientras huyes.
Yo que entiendo al criminal
tengo la grandeza de no ser un criminal
aunque sea por miedo.
Porque uno no teme a la cárcel sino a la chusma
ni a las mentiras sino a las estupideces
y ama la hipocresía del débil,del vago,
que entre borbotones una vez en la vida estalla
y nos estropea la comida en la mesa
harto de ser tan bien educado y dócil
y de sacrificarse para nada
porque al final tras las grandes ideas,
el trabajo duro que da caracter,
 queda el aire que sólo dignifica cuando mata.

En aquella mediocre playa de ahulagas
y escorpiones en cuya cuesta nos tirábamos.
Y aquella ballena de mosquitos y algas
 entre chistes que arponeamos.