Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

viernes, 23 de enero de 2015


                           

La elegancia del corrupto Luis Bárcenas
acaba de salir de la cárcel

          Se cuenta que uno de los asesinos del asalto del expreso de Andalucía de 1924, Antonio Teruel antes de que lo rodeara la policía se suicidió con traje y zapatos puestos de forma extremadamente elegante. Sus compinches también trajeados, que tenían aplomo al morir al garrote,otros cuentan que tenían aplomo pero que uno mordió el dedo meñique al verdugo. Me acabo de acordar porque vestir bien es una declaración de valores o de intenciones en el momento menos oportuno,sea en un criminal vividor o en el ex tesorero del principal partido político español.
         
         La estética de un sistema productivo define lo que sus trabajadores permiten.  A veces la elegancia de Bárcenas me ha recordado a la de mi padre que era de clase media. A las ancianas de barrio que consideran que un señor debe llevar abrigo, zapatos y corbata y debe saber responder con aplomo. No sólo a ellos,sino también a los prejuicios de cientos de miles de personas de clase media que tenían la vida medio enfilada pero que se consideraban unos desgraciados. Que por tanto asumían el sistema, que les parecía que medrar en una sociedad de orden como la nuestra ,que el clientelismo era aceptable o necesario. Y el premio al mérito era una utopía o  la gilipollez de niñatos.

          Luis Bárcenas que ahora es el corrupto por antonomosia representa a la clase política clientelista de una sociedad de orden que ha marcado la historia de España. Su elegancia, su aplomo de saber contestar con seguridad incluso cuando es manifiesto que ha robado una fortuna o su ironía cínica no representa a un hombre sino a la clase dirigente que ha definido la modernidad de España.
       
         Podemos admirarnos de ese aplomo pero incluso como sistema corrupto ha fracasado. Rockefeller intentó eludir las leyes antimonopolio una y otra vez y saltarse la justicia o Henry Ford hizo lo imposible por hundir los sindicatos de sus trabajadores pero hicieron avanzar el capitalismo y la economía. Su ruindad desnuda hizo avanzar la humanidad, cuando sus proclamas heroicas sólo tuvieran la contabilidad de sus beneficios, o en el caso de la Compañía de Indias Orientales de su rapiña.
         Condenamos su corrupción con ensañamiento porque no podemos condenar su mediocridad, y la mediocridad del sistema. Pero cuando el sistema triunfaba y seguía avanzando y no se ahorraba ni se reinventían los beneficios, todos consideraban lícito el que se medrara o pensábamos que cualquiera tendría una oportunidad para ser enchufado. Y que aunque corrupto no se hacía mal a nadie y era otra forma de sistema meritorio, que era tan natural y universal como las personas que invertían su dinero en nuestra sociedad.

       Cuando Rajoy prometía sacarnos de la Crisis, pensábamos en sufrimiento de sueldos baratos para competir pero en creación masiva de empleos. Ahora que los indicadores afirman que empieza un crecimiento económico se nos informa que no va a ser así. Que el libre mercado para incentivar la creación de empresas tampoco va a llegar.
      Es sabido que los compañeros presos de Bárcenas han hecho buenas migas con él. Es un ladrón,que es trabajador de sus faenas en la cárcel y un tipo amable. No se presenta como superior a ellos. Bárcenas acaba de salir y resulta extraño que su abrazo a su hijo (ese nexo familiar tan típico de nuestra sociedad) y sus recados en las declaraciones a los periodistas al Presidente del Gobierno sean
      el mejor portavoz de nuestro gobierno. Y nos preguntamos como este profeta maldito de la corrupción ha estado tanto tanto tiempo en la cárcel...
      
  
                        





                               

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