HAY momentos...
"es fundamental comprender que no vas a poder
hacer sentir culpable a nadie,
salvo a las buenas personas".
Hay momentos en que uno no quiere pelearse
a cualquier precio.
Y necesitas a alguien que te empuje
para que defiendas tu dignidad
o te vayas para recordarlo de por vida.
Porque sabes que eres conflictivo
y que te han peleado y te han gritado
demasiadas veces y no apetece.
Uno paga caro los bombones
porque tienen un envoltorio elegante...
y uno paga caro la amistad esperando
complicidad ante los obstáculos.
Y no apetece
pelearse ni con los zascas
de la buena gente.
Y cuando mi suegro el día de Reyes
regaló un sobre con dinero
- ¿y a mí qué me importara el dinero-
a sus sobrinos de sangre
y no dió nada a sus yernos.
Yo pensé para mis adentros
la próxima vez que te dé
un amago de angina de pecho,
va a ir al hospital a verte
tu puto padre, con todo respeto.
Pero no dije nada
porque obviamente
no apetece.
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