Nostalgia prematura de no poder vivir intensamente las cosas y de la gente que no siente ninguna necesidad de sentir con intensidad las cosas. Al terminar la presentación de las personas con las que no estaba en sintonía me alejé bendiciéndolas más que amándolas. Ulises no vino a la presentación,argumentaba que no quería pagar aparcamiento y durante un momento no quiso venir después porque decía que en la zona (de Triana) no había hostelería testada vegana.
Ulises se había hecho vegano y tuvimos que ir a un Restaurante Vegano. Yo lo creía capaz de remover en la basura de su casa si tenía hambre.(Un rato después sospeché que la farsa vegana empezó porque el tema del libro giraba sobre la anorexia). Después llegó Melhelm bromeando y hablando del urbanismo absurdo de nuestra ciudad y relacionándolo con las muertes de SIDA de los ochenta. Ulises a cada comentario le llevaba la contraria atrabiliariamente.
Miraba la carta y nos señalaba las comidas para demostrar sacrificándose que aquel sitio no era auténticamente vegano,sino que quería apuntarse a la ola de la moda.Cuando llegó el camarero le preguntó
"-¿qué tienes vegano de verdad".
-Todo. Respondió enfadado el camarero.
-¿Los calabacines rebozados no tendrán huevo, verdad?.
-No, es harina de trigo.
-Bueno.
No me acordaba de que Ulises fuera así,pero había sido así desde siempre.
El alto estado espiritual de la charla se desvaneció.De pronto, Ulises dijo "¡los calabacines llevan miel,no puedo tomarla!". Buf,se va a armar con el camarero,este hombre ya está enfadado como para que después del pedido se lo rechaces. "¿Qué pasa las abejas son cruelmente explotadas o es que un poco de miel te va a contaminar?joder, pensé".
-Me voy, dije. Melhelm estaba pidiendo ir a otro sitio pero no hubo lugar. A la mañana siguiente en casa mi perra me miraba con pena,movía la cola y miraba a la calle. Tú sí tienes las cosas claras,a la próxima presentación te llevo para hablar de literatura.
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